El Papa Francisco pide a la comunidad internacional "que actúe con firmeza" para que "se respete el derecho humanitario en los conflictos"

“¡Son valientes!”, estas han sido las primeras palabras que el Papa Francisco ha dirigido a los cientos de peregrinos que, bajo la lluvia, esperaban al Pontífice en la Plaza de San Pedro para rezar el Ángelus en este segundo domingo del año, 5 de enero. 

En su mensaje, en el que como cada domingo reflexiona sobre el Evangelio del día, ha reiterado el rechazo a la guerra en el mundo y ha pedido que sigamos “rezando por la paz en Ucrania, Israel, Palestina, Líbano, Siria, Myanmar, Sudán. Que la comunidad internacional actúe con firmeza para que se respete el derecho humanitario en esos conflictos. Basta de atacar a los civiles, a las escuelas, hospitales. No olvidemos que la guerra es siempre una derrota”.

Francisco ha explicado que el Evangelio de hoy presenta a Jesús como “la luz que brilla en las tinieblas” y que es capaz de “abrir en las noches más oscuras de la humanidad ventanas de luz que la oscuridad no puede cubrir”. En esta sentido, ha invitado a los fieles a ser también “ventanas luminosas de cercanía a quien sufre, de perdón, de compasión y de reconciliación”.

Dios no se detiene nunca: encuentra miles de modos para llegar a todos y a cada uno de nosotros, allá donde nos encontremos, sin cálculos y sin condiciones

Papa Francisco

Rezo del Ángelus del 5 de enero de 2025

Además, ha denunciado que “en nuestro tiempo hay tanta necesidad de luz, de esperanza y de paz, donde los hombres a veces crean situaciones tan complicadas que parece imposible salir de ellas” pero ha añadido que “Dios no se detiene nunca: encuentra miles de modos para llegar a todos y a cada uno de nosotros, allá donde nos encontremos, sin cálculos y sin condiciones”.

Por último, Francisco ha invitado a todos los fieles a “imitar al Dios del amor”, a ser “mensajeros de esperanza con simples pero concretos ‘sí’ a la vida y con elecciones que aporten vida” y a preguntarse “¿En qué modo puedo abrir una ventana de luz en mi ambiente y en mis relaciones?" o "¿Dónde puedo ser un resquicio que deje pasar el amor de Dios?”. Finalmente, ha recordado que “¡es este el camino de la salvación!”.