El Papa pide escuchar "el gemido de la tierra" y "las esperanzas de los jóvenes": "No aplazar más"

El cardenal Parolin ha leído el discurso del Santo Padre ante los líderes mundiales presentes en la COP28: "Ahora más que nunca, el futuro de todos depende del hoy que escojamos"

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Santiago Tedeschi Prades

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El cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin, ha pronunciado el discurso del Papa Francisco ante los delegados de la Cumbre de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP28), en el que ha pedido a los líderes mundiales a no posponer más la acción y a elaborar respuestas concretas y cohesionadas para el bienestar de nuestra casa común y de las generaciones futuras.

“Lamento no poder estar reunido personalmente con ustedes, como hubiera querido, pero me hago presente porque la hora es apremiante. Me hago presente porque, ahora más que nunca, el futuro de todos depende del hoy que escojamos. Me hago presente porque la devastación de la creación es una ofensa a Dios, un pecado no solo personal sino estructural que repercute en el ser humano, sobre todo en los más débiles; un grave peligro que pende sobre cada uno y que amenaza con desencadenar un conflicto entre generaciones”, ha subrayado Francisco al principio de su discurso.

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El Papa ha preguntado a los líderes mundiales si trabajamos por una cultura de la vida o de la muerte y les ha pedido “de corazón” escoger a la vida, elegir al futuro: “¡Escuchemos el gemido de la tierra, oigamos el clamor de los pobres, demos oídos a las esperanzas de los jóvenes y a los sueños de los niños! ¡Tenemos una gran responsabilidad: velar porque no se les niegue el futuro!”.

Francisco ha lamentado que “la ambición por producir y poseer se ha convertido en una obsesión, y ha desembocado en una avidez sin límites, que ha hecho del ambiente objeto de una explotación desenfrenada. El clima trastornado es una advertencia para que detengamos semejante delirio de omnipotencia. El único camino para poder vivir en plenitud es que volvamos a tomar conciencia, con humildad y valentía, de nuestro límite”.

¿Cuáles son los obstáculos para seguir este camino? El Santo Padre asegura que el principal problema son “las divisiones que existen entre nosotros […] nos hallamos frente a posturas rígidas, cuando no inflexibles, que tienden a proteger los ingresos propios y de sus empresas, justificándose a veces por lo que otros han hecho en el pasado, con reiteradas evasiones de responsabilidad. Pero la tarea a la que estamos llamados hoy no es hacia el ayer, sino hacia el mañana; un mañana que, nos guste o no, será de todos o no será”.

El Papa es tajante: “Impresionan, en particular, los tentativos de atribuirle la responsabilidad a los pobres o al número de nacimientos. Son tabús que hay que objetar con decisión. No es culpa de los pobres, porque casi la mitad del mundo, la más pobre, es responsable de apenas el 10% de las emisiones contaminantes, mientras que la distancia entre los pocos acomodados y los muchos desfavorecidos nunca ha sido tan profunda”.

Dubai, United Arab Emirates. 30th Nov, 2023. United Nations Framework Convention on Climate Change

2TADP0W Dubai, United Arab Emirates. 30th Nov, 2023. United Nations Framework Convention on Climate Change (UNFCCC) Executive Secretary Simon Stiell, COP28 president Sultan Ahmed Al Jaber and Amb. Majid Al Suwaidi attend a press conference at the 28th Conference of the Parties to the United Nations Framework Convention on Climate Change, which takes place on 30 November until 12 December 2023 in Expo City Dubai. Dubai, United Arab Emirates on November 30, 2023. (Credit Image: © Beata Zawrzel/ZUMA Press Wire) EDITORIAL USAGE ONLY! Not for Commercial USAGE!

Con respecto a los nacimientos, no son un problema, sino un recurso; no están en contra de la vida, sino a su favor, mientras que ciertos modelos ideológicos y utilitaristas que se les imponen a las familias y poblaciones, con guantes de seda, son verdaderas colonizaciones. Que no se perjudique el desarrollo de tantos países, ya sobrecargados de pesadas deudas económicas, sino más bien se considere la repercusión que tienen pocas naciones, que son responsables de una preocupante deuda ecológica respecto a otras”, ha pedido el Papa Francisco.

El Pontífice, “en nombre de la casa común donde vivimos”, ha pedido seguir el camino conjunto, el multilateralismo: “Causa preocupación que el calentamiento del planeta esté acompañado por un enfriamiento del multilateralismo, por una creciente desconfianza en la Comunidad internacional, por una pérdida de la «conciencia común de ser […] una familia de naciones». Es esencial reconstruir la confianza, fundamento del multilateralismo”.

Francisco no ha desaprovechado la ocasión de hablar a tantos líderes mundiales para abordar también el tema de la paz: “¡Cuántas energías está malgastando la humanidad en las numerosas guerras en curso, como en Israel y Palestina, en Ucrania y en muchas regiones del mundo; conflictos que no resolverán los problemas, sino que los aumentarán! ¡Cuántos recursos desperdiciados en armamento, que destruyen vidas y arruinan la casa común!”.

“Los cambios climáticos muestran la necesidad de un cambio político. Salgamos del atolladero de los particularismos y nacionalismos, que son esquemas del pasado. Abracemos una visión alternativa, común; esta nos permitirá una conversión ecológica, porque «no hay cambios duraderos sin cambios culturales» (Laudate Deum, 70). En tal sentido, les aseguro el compromiso y respaldo de la Iglesia católica, particularmente activa en la educación y sensibilización a la participación común, así como en la promoción de estilos de vida, porque si la responsabilidad es de todos, la de cada uno es fundamental”, ha asegurado Francisco.

En su largo discurso, Francisco ha advertido que “es esencial un cambio de ritmo que no sea una modificación parcial de ruta, sino un modo nuevo de avanzar juntos […] se necesita dar un signo de esperanza concreto. Que esta COP sea un punto de inflexión, que manifieste una voluntad política clara y tangible, que conduzca a una aceleración decisiva hacia la transición ecológica, por medio de formas que posean tres características: «que sean eficientes, que sean obligatorias y que se puedan monitorear fácilmente» (ibíd., 59). Y que se realicen en cuatro campos: la eficiencia energética, las fuentes renovables, la eliminación de los combustibles fósiles y la educación a estilos de vida menos dependientes de estos últimos”.

Se trata aquí de no aplazar más, no solo de desear, sino de realizar el bien de vuestros hijos, de vuestros ciudadanos, de vuestros países, de nuestro mundo. Sean ustedes artífices de una política que dé respuestas concretas y unificadas, demostrando de este modo la nobleza de la responsabilidad que revisten y la dignidad del servicio que prestan. Porque para eso está el poder, para servir. No tiene ningún sentido preservar hoy una autoridad que mañana será recordada por su incapacidad de intervenir cuando era urgente y necesario. La historia se los agradecerá”, ha subrayado Francisco.

Al final de su discurso, Francisco ha pedido un deseo: “Que el 2024 marque el punto de inflexión”.

Por eso ha recordado en 1224 Francisco de Asís compuso el Cántico de las criaturas: “Lo hizo tras una noche de sufrimiento físico, ya completamente ciego. Después de esa noche de lucha, con el ánimo reconfortado gracias a una experiencia espiritual, quiso alabar al Altísimo por todas aquellas criaturas que ya no podía ver, pero que percibía como hermanos y hermanas, porque provenían del mismo Padre y eran comunes a todos los hombres y mujeres. Un iluminado sentido de fraternidad lo llevó, de esa manera, a transformar el dolor en alabanza y el cansancio en compromiso. Poco después le agregó otra estrofa, en la que alababa a Dios por los que perdonan, y lo hizo para zanjar ?con éxito? una escandalosa pelea entre el primer magistrado y el obispo. También yo, que llevo el nombre de Francisco, quisiera decirles con sinceridad de corazón: ¡dejemos atrás las divisiones y unamos las fuerzas! Y, con la ayuda de Dios, salgamos de la noche de la guerra y de la devastación ambiental para transformar el futuro común en un amanecer luminoso”.