El Papa reza por las víctimas del último atentado terrorista en Nigeria que se cobró la vida de 100 campesinos
El Santo Padre ha realizado un llamamiento a orar por una nación "aún ensangrentada" por el ataque del grupo terrorista Boko Haram
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El Papa Francisco ha realizado un llamamiento a orar por Nigeria durante la Audiencia General celebrada hoy 2 de diciembre de 2020 en la biblioteca del Palacio Apostólico vaticano.
El Santo Padre ha orado por la nación “aún ensangrentada” por el ataque terrorista que se cobró la vida de 100 campesinos “brutalmente asesinados” mientras trabajaban. “Que Dios los acoja en su casa y consuele a sus familiares”, señala, y que “no permita jamás semejantes horrores”.
El atentado terrorista en Nigeria
Según informó Europa Press, el pasado sábado 28 de noviembre de 2020, el grupo terrorista Boko Haram cometió un atentado en la localidad nigeriana de Zarbamari, en el que fueron asesinados más de 100 agricultores mientras trabajaban en el campo.
El poblado se encuentra a 20 kilómetros del centro de comando de la operación militar Lafiya Dole, dirigida en concreto contra el comando terrorista autor del crimen, filial del Estado Islámico en África Occidental.
Con motivo de los últimos difíciles acontecimientos, el Senado de Nigeria aprobó ayer martes primero del mes de diciembre una moción de petición al presidente del Gobierno, Muhamadu Buhari, para el cese de todos los jefes de seguridad del país y el nombramiento inmediato de los nuevos como forma de reestructuración del sistema de seguridad nigeriano.
La Audiencia General del Papa
El Papa Francisco, durante la catequesis de la Audiencia General del miércoles, ha detenido su mirada en una dimensión esencial de la oración: la bendición.
Francisco ha subrayado que la bendición para toda la humanidad es Jesucristo y ha afirmado: “La gran bendición de Dios es Jesucristo, es el gran regalo de Dios, su Hijo. Es una bendición para toda la humanidad, es una bendición que nos ha salvado a todos. Es la Palabra eterna con la que el Padre nos bendijo "cuando aún éramos pecadores" (Rom 5:8) dice San Pablo: Palabra hecha carne y ofrecida por nosotros en la cruz”.
El Papa ha insistido en que “no hay pecado que pueda borrar completamente la imagen de Cristo presente en cada uno de nosotros. Ningún pecado puede borrar la imagen que Dios nos ha dado. La imagen de Cristo. Puede desfigurarlo, pero no puede apartarlo de la misericordia de Dios. Un pecador puede permanecer en sus errores por mucho tiempo, pero Dios pacientemente perdura hasta el final, esperando que al final ese corazón se abra y cambie. Dios es como un buen padre y como una buena madre, también es una buena madre: nunca dejan de amar a su hijo, no importa cuán equivocado esté”.