Conoce la vida de María Petkovic, fundadora de las Hijas de la Misericordia en la Croacia del siglo XX

Cada 9 de julio, la Iglesia conmemora a la beata María Petkovic, la religiosa fundadora de las Hijas de la Misericordia y una mujer que contribuyó a levantar a muchos jóvenes en la Croacia del siglo XX.

María Petkovic nació en Korcula (Croacia) en 1892. Se crió en el seno de una familia cristiana y llegó a ser la presidenta de la Asociación de Hijas de María, una congregación mariana a la que había entrado a formar parte en 1906.

Con el paso del tiempo, aumenta en María el deseo de entregarse plenamente a Dios. Empezó en la Orden Franciscana Seglar, una rama creada por san Francisco para los laicos que deseaban adoptar la forma de vida de los mendigos de Asís. Sin embargo, más adelante decidió iniciar un instituto religioso femenino. Con ayuda de su obispo, fundó las Hijas de la Misericordia, una congregación religiosa enfocada en la formación de chicas jóvenes.

Las Hijas de la Misericordia conseguirán en 1956 la aprobación de sus constituciones, momento en que también se convierte en un instituto de derecho pontificio.

El nombre religioso que tomó la Madre Petkovic fue María de Jesús Crucificado. Los pilares de su vida siempre fueron la oración y los consejos que recibía de los sacerdotes con los que hablaba, consciente de que ellos eran representantes de la Iglesia.

Alegre y entregada en todo momento a los más necesitados, la Madre Petkovic animaba a las hermanas a que demostraran la presencia de Cristo en ellas a través de su entrega al prójimo.

Una vida entregada a los necesitados

La fundadora de las Hijas de la Misericordia falleció finalmente en 1966 con fama de santidad. Tras su muerte, la congregación se extendió por diversos países de Europa y América, enfocándose en el apostolado parroquial, la educación de niños y jóvenes y el cuidado de ancianos y enfermos.

La Madre María de Jesús Crucificado fue beatificada por san Juan Pablo II en 2003: "La figura de la beata María de Jesús Crucificado me lleva a pensar en todas las mujeres de Croacia, tanto en las que están casadas y son madres felices, como en las que están marcadas para siempre por el dolor de la pérdida de un familiar en la cruel guerra de la década de 1990, o por otras amargas desilusiones sufridas", afirmó el Papa polaco en la Misa de beatificación.

Del mismo modo, el Sucesor de Pedro también se dirigía a las mujeres: "Dios te ha confiado de modo especial las criaturas, y por ello estás llamada a convertirte en un apoyo importante para la existencia de toda persona, en particular en el ámbito de la familia".