CONFER apela a seguir "peregrinando con los débiles" y ofrecer al mundo puentes de encuentro, de diálogo y reconciliación

CONFER destaca que la vocación religiosa “sigue siendo necesaria en la actualidad” por su entrega en favor de “los derechos de las personas”, “educar en valores” o “elevar a la persona a su máxima dignidad”. 

Así lo ha remarcado la Conferencia Española de Religiosos en su nota con motivo de la Jornada Mundial de la Vida Consagrada que la Iglesia celebra el próximo domingo, 2 de febrero. Un comunicado donde la institución señala que la vida religiosa “procura el bien del Evangelio y corre tras él”.

CONFER apela a seguir peregrinando con los débiles 

Con motivo de esta jornada, CONFER recuerda que entre sus cometidos están denunciar las injusticias, la falta de hospitalidad con el migrante, la aporofobia, la economía inhumana o la trata de personas, por lo que apelan a seguir peregrinando “con los débiles, los indefensos, las víctimas, como Dios camina con ellos”.

A su vez, CONFER destaca que la Jornada Mundial de la Vida Consagrada es una ocasión para “dar gracias a Dios por el don de la vida consagrada”, así como “el valor y la entrega de nuestros hermanos y hermanas cuando día a día se dejan la piel en la oración; en la celebración litúrgica; en el estudio y la reflexión; en la educación y docencia; en el cuidado minucioso de la enfermedad y del momento final de la vida; en el compromiso social con los más vulnerables”, subraya la nota de prensa.

encuentro, diálogo y reconciliación: el compromiso de la vocación religiosa

La Conferencia Española de Religiosos ha añadido que la esperanza en el peregrinaje apostólico de los religiosos está en “las personas con las que caminamos en el día a día, a las que servimos, las que nos descubren el valor y la virtud de la esperanza. Gracias a estas personas y a la luz evangélica que se desprende de su vulnerabilidad descubrimos más y mejor, con mayor profundidad, el valor de nuestra vocación consagrada. Los más necesitados y vulnerables nos contrastan en lo fundamental de nuestra vida. Estimulan nuestro testimonio y nos ayudan a ser mejores, más coherentes con el Evangelio de Jesús”, sostiene.

Ese compromiso profético, continúa argumentando, es lo que “nos lleva a ofrecer al mundo puentes de encuentro, de diálogo y reconciliación. La persona consagrada, desde la identificación que procura en su vida con los planes de Dios para el mundo, se ve impulsada a promover en los diversos contextos socioculturales en los que se encuentre la reconciliación de las heridas que anidan en el corazón de sus contemporáneos y la paz tan necesaria como urgente entre los pueblos”, puntualiza CONFER.