La mirada 'de pocos amigos' de Javier Dávila a Pablo Díaz durante el rosco de 'Pasapalabra' que da que hablar

El efecto Javier Dávila parece que se ha desinflado en los últimos programas de ‘Pasapalabra’. Tras un impresionante debut, en el que el concursante mandó a su rival Pablo Díaz a la temida silla azul, el tinerfeño ha vuelto a cogerle el pulso al rosco, se ha puesto las pilas y está “tumbando en la lona” a Dávila.

En el programa de este miércoles, 24 de marzo, ha vuelto a ocurrir lo mismo. Pablo logó 23 aciertos, un fallo y una palabra sin contestar, lo que le permitió imponerse a su contrincante, que no pasó de los 22 aciertos, aunque lo que realmente le condenó fueron sus tres fallos.

Una vez más el violinista suma 1.200 euros por su victoria, y volverá a aspirar este jueves al bote, que alcanza ya la cifra de 1.414.000 euros. Volvió a ganar con su estrategia de ‘pasar palabra’ en numerosas ocasiones la primera vez, para luego ir poco a poco recuperando terreno hasta “devorar” a todo el rival que ose a interponerse en su camino.

La mirada de pocos amigos de Dávila a Pablo Díaz

Una táctica, la de Pablo Díaz, que ha sacado de quicio a muchos de los rivales de Pablo Díaz, como a Luis de Lama o Marta Terrasa. Pero sin duda el más expresivo de todos es Dávila, quien ha hecho de sus participaciones en el rosco un festival de muescas y gestos que mantienen enganchado a toda la audiencia.

Como ejemplo, basta ver con la mirada que le echó en el programa de este miércoles a Pablo Díaz en la prueba final. Una mirada que haría temblar a cualquier hombre por muy frío que fuera. Sus fallos le volvieron a jugar una mala pasada, y tendrá que jugarse su continuidad en el programa este jueves.

El fallo de Dávila que le condenó en el programa de este miércoles

Lo cierto es que, pese a su derrota, Javier tuvo sus opciones de obtener un mejor resultado. Falló en tres palabras, una de ellas en la letra ‘H’: “Ciudad de Alemania donde está la Basílica de San Gotardo”. Tras ‘pasar palabra’ en varias ocasiones, el concursante del espacio de Atresmedia que presenta el sevillano Roberto Leal, dio como respuesta una ciudad que no tenía nada que ver con la acertada, que era Hildesheim.

Efectivamente, en esta pequeña ciudad se encuentra esta iglesia románica que recibió el título de basílica menor por parte del Papa Pablo VI. Se trata de una iglesia de la parroquia católica de Heilig Kreuz. La basílica sirvió como la "catedral" del obispo de Hildesheim 1945-1960, cuando la catedral de Hildesheim fue destruida y reconstruida, y desde 2010, cuando comenzó la restauración de la catedral.

El acierto que catapultó a Pablo Díaz hasta la victoria

Por su parte, a Pablo Díaz le aupó hasta la victoria, entre otras, la letra ‘J’, que hacía referencia a uno de los personajes protagonista de la Biblia, Judas: “Hombre malvado y traidor”.

Cabe recordar que Judas fue el apóstol traidor que reveló a los miembros del Sanedrín el lugar donde podían capturar a Jesús sin que sus seguidores interfiriesen. De ahí que hoy en día la palabra ‘judas’ se asocia a una persona infiel y traidora. Una palabra que vale 1.200, los cosechados por el tinerfeño de 24 años, que ha visto en Dávila un rival difícil de ganar.