El Papa en el vuelo a Roma: "Los que construyen muros terminarán prisioneros de ellos"
Durante el vuelo ha hecho un llamamiento a Europa sobre el tema de los refugiados; la libertad de conciencia y la prioridad de los derechos humanos
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El Papa ha enviado, iniciado el vuelo de regreso a Roma, un telegrama de agradecimiento al rey Mohammed VI, donde le renueva su profundo agradecimiento a su majestad y a la familia real, al Gobierno y al querido pueblo de Marruecos por su cálida bienvenida y generosa hospitalidad. “Les ofrezco la seguridad de mis oraciones por la paz y la prosperidad de la nación”, ha comunicado su Santidad.
También ha respondido a las tradicionales preguntas de los periodistas en el vuelo de vuelta a Roma. El Santo Padre ha hablado sobre las consecuencias de la visita a Marruecos, para la paz del mundo y el diálogo entre culturas. "Diré que ahora que hay flores. Los frutos vendrán después. Pero las flores son prometedoras. Estoy contento, porque en estos dos viajes he podido hablar de lo que me toca tanto en el corazón, tanto: la paz, la unidad, la fraternidad. Con nuestros hermanos musulmanes sellamos esta fraternidad en el documento de Abu Dhabi y aquí en Marruecos… y añadió: “necesitamos puentes y sentimos dolor cuando vemos a personas que prefieren construir muros. ¿Por qué sentimos dolor? Porque los que construyen los muros terminarán encarcelados en los muros que han construido”.
El Pontífice ha profundizado un poco más y ha recordado: “Siempre me ha conmovido una frase de la novela de Ivo Andrich, "El puente sobre el Drina": dice que el puente está hecho por Dios con alas de ángeles para que los hombres puedan comunicarse”.
El papa ha sido preguntado sobre el tema de la libertad de culto en Marruecos. “Puedo decir que en Marruecos hay libertad de culto”, ha dicho Francisco. Sin embargo, ha matizado, que en todas las religiones existen grupos fundamentalistas que presionan por volver a posturas más cerradas y menos tolerantes.
En referencia a los muros construidos en Marruecos por España y, en la frontera con México por los Estados Unidos, así como por el cese de la ayuda a Centro América anunciada por el presidente Trump, el Papa ha contestado: "En primer lugar, lo que acabo de decir: los constructores de muros, ya sean de hojas cortadas con cuchillos o de ladrillos, se convertirán en prisioneros de los muros que construyen”.
El Santo Padre ha recordado que el problema de los migrantes y refugiados no solo es un problema de números. Ha insistido en el carácter humano. Son personas que huyen, que buscan mejores condiciones de vida. Por eso la persona humana está por encima de todos los acuerdos y leyes que firman los países.
Y hablando precisamente sobre la migración en Europa, el Papa ha argumentado que Europa no solo tiene que cerrar puertas. Pueden ayudar a que la migración se reduzca: “Es algo que ustedes están haciendo: impedir la emigración no por la fuerza, sino por la generosidad, la inversión educativa y económica, etc., y esto es muy importante. En segundo lugar, sobre cómo actuar, es cierto que un país no puede recibir a todo el mundo, pero está toda Europa para distribuir a los inmigrantes, está toda Europa. Porque la recepción debe ser de corazón abierto, para luego acompañar, promover e integrar”.
Finalmente, el Papa ha recordado ejemplos de acogida en épocas recientes, el caso generoso de Suecia que acogió a muchos migrantes provenientes de América del Sur. Ahora, los hijos de esos migrantes, son parte de las sociedades que los recibieron y trabajan para ellas.