María del Carmen Molina Cobos, catedrática católica preocupada por el cuidado del medio ambiente

Sus líneas de investigación se han centrado en la fisiología, las relaciones filogenéticas y los modelos evolutivos de líquenes

María del Carmen Molina Cobos, catedrática católica preocupada por el cuidado del medio ambiente

Alfonso V. Carrascosa

Publicado el - Actualizado

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Maria del Carmen Molina Cobos es Doctora en Ciencias Biológicas y Catedrática de Fisiología Vegetal en la URJC y actualmente estudiante del Máster en Teología de la Universidad de Murcia. Sus líneas de investigación se han centrado en la fisiología, las relaciones filogenéticas y los modelos evolutivos de líquenes.

Mas recientemente, en microbiología aplicada y ecológica, especialmente en las interacciones suelo-planta-microbiota y sus implicaciones en la adaptación a estrés por contaminación. También trabaja en el aislamiento e identificación molecular de microorganismos de interés en biorremediación. Se encuentra en la lista de los 5000 mejores científicos españoles Tiene unos 80 trabajos publicados la mayoría en revistas con índice de impacto y numerosos TFG y TFM. Esta especialmente interesada en las respuestas del Magisterio del a Iglesia al Cambio Global, en la teología de la Ciencia y las relaciones entre ciencia y cultura. Aparece en la web de la URJC como perteneciente al Grupo de investigación de alto rendimiento en Ecología Evolutiva y al Grupo de Innovación Docente Reconocido en Metodologías Activas para el fomento del aprendizaje significativo en el ámbito de la Biología de la Universidad Rey Juan Carlos Grupo docente.

La opinión de Molina Cobos sobre la encíclica del Papa Laudato SI'

En un artículo firmado como Voluntaria en la Comisión Diocesana de Ecología Integral-Diócesis de Madrid titulado ‘¿Pero tu que eres cristiana o ecologista? Pues yo soy cristiana y cristiana’ dijo refiriéndose a la encíclica Laudato SI' cosas tales como:

"Faltan vocaciones para el ministerio sacerdotal y también en la vida contemplativa. Es necesario acercar el amor de Dios a los enfermos, a los inmigrantes, a los que son perseguidos por su fe, los que soportan el rigor de la guerra, la esclavitud y la trata, el abuso sexual, la discriminación, la soledad, la adicción a las drogas o a la pornografía y otros muchos infiernos. Hay que llamar a las puertas y recordar a la gente que Dios los ama y que existe una Vida Eterna. También es fundamental la protección del planeta, de la creación amorosa de Dios, porque todo está interrelacionado y el ecocidio acaba en genocidio y a la inversa. Desde la Vicaria para el Desarrollo Humano Integral y la Innovación y con el trabajo de la CDEI tratamos de escuchar el clamor de los pobres y de la tierra, desde la Doctrina Social de la Iglesia, e intentamos que ese eco resuene en el corazón de todos los cristianos. Lo hacemos en comunión con el episcopado de Madrid y el Santo Padre y ojalá, después de este pequeño artículo de opinión, con todos nuestros hermanos y hermanas en Cristo. Proteger y cuidar la tierra sobre la que vivimos, desde una perspectiva cristiana, es entender que somos custodios y no dominadores y está en nuestra responsabilidad, llevar la Creación a la alabanza y no a la destrucción. Los tres últimos Papas y especialmente el Papa actual han exhortado a los creyentes hacia una “conversión ecológica integral”.Este cambio de paradigma no es posible si no se trabaja desde la fe y la caridad. Por la fe los creyentes sabemos que Dios creó, está presente en toda la creación y la trasciende (CIC 300) y que “la creación, expectante, está aguardando la manifestación de los hijos de Dios” (Rm 8, 19). “Diversas convicciones de nuestra fe…. ayudan a enriquecer el sentido de esta conversión, como la conciencia de que cada criatura refleja algo de Dios y tiene un mensaje que enseñarnos, o la seguridad de que Cristo ha asumido en sí este mundo material y ahora, resucitado, habita en lo íntimo de cada ser, rodeándolo con su cariño y penetrándolo con su luz. También el reconocimiento de que Dios ha creado el mundo inscribiendo en él un orden y un dinamismo que el ser humano no tiene derecho a ignorar (LS 221)."

Sus interesantes artículos sobre temas relacionados, tales como el titulado ‘Integración, inversión y educación. Algunos pasos que la Iglesia Católica está dando hacia la sostenibilidad’ son de sumo interés para el lector y de gran rigor científico.