'Apuntando a lo alto' sobre la pureza: "Los jóvenes debemos vivir de forma real y auténtica"

En este nuevo programa, Raúl Tinajero junto a sus colaboradores, han reflexionado sobre cómo se vive la pureza entre la juventud. "Es algo que debemos construir cada día"

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Redacción Religión

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Llega un nuevo programa de 'Apuntando a lo alto' en el que el centro de las preocupaciones son los jóvenes.El tema elegido esta vez es 'la pureza de corazón', cómo cultivarla.

La pureza tiene varias definiciones, entre las principales: "la virtud de estar limpio ante los mandatos de Dios, la transparencia nítida y plena de la huella de Dios en nosotros". Aunque es un tema que no suele ser muy habitual entre los jóvenes, desde 'Apuntando a lo alto' han querido abordarlo a través de los propios jóvenes, nuestros colaboradores. De forma presencial, hemos contado con Daniel Díaz – Rincón, responsable de jóvenes de la Acción Católica General y también Enrique Alonso, delegado de juventud de la diócesis de Getafe.

¿Se habla de pureza entre los jóvenes?

Dani ha apuntado que se trata de un tema que se encuentra totalmente fuera del circuito juvenil y que su propio término 'echa para atrás', se relaciona con el puritanismo y con algo más anticuado. Quique, por otro lado, ha apuntado que aunque los jóvenes no lo tengan en cuenta, la pureza está muy relacionada con 'la autenticidad' que muchos jóvenes se exigen a ellos mismos. Ahora lo que se escucha es 'haz lo que quieras' pero eso no es ser puro, sino convertirnos en esclavos de nuestros deseos y apetencias. "Debemos ser puros haciendo lo que debemos y no lo que queremos". Eso es realmente lo que nos lleva a ser mejor persona y alcanzar la pureza verdadera.Dani ha querido recalcar que cuando la gente experimenta vivir la vida en Cristo, su vida se transforma y son más felices.

El presentador de 'Apuntando a lo alto' , Raúl Tinajero, le ha planteado esta pregunta a los jóvenes: ¿cómo abordar la pureza con los jóvenes? Quique ha apuntado que “la pureza es una virtud y que Aristóteles establecía que para encarnar una virtud, había dos vías: la mimesis y el hábito. A veces, para que un joven tenga esta necesidad debe verlo en el que tiene enfrente. Cuando uno ve que el otro sí es puro, le gustaría atraer esa pureza para sí mismo. La pureza es algo que debemos construir cada día, es algo que nos ayuda a crecer como personas".

Presentarla ante los jóvenes no es tarea fácil, Daniel apunta a la dificultad que existe de tratar estos temas con ellos pero también, que la mejor herramienta es la del testimonio personal. Exponiendo la experiencia de uno mismo, es más fácil transmitir el mensaje, esto les animará a interesarse sobre lo que significa vivir una vida marcada por la pureza. ¿Dónde queda la pureza en un mundo en el que 'todo vale'?. Esta ha sido sin duda una de las preguntas más importantes. Daniel ha apuntado que también es importante introducir el tema de la castidad en la vida de los jóvenes, explicando qué puede aportar, profundizando en ese tema. "Vivir de forma real , auténtica y coherente lo que uno es como hombre".