El sinhogarismo protagonista en el Festival del Cine de San Sebastián con la película "Hijos de Dios"
La película es un canto a la vida, la muerte y la dignidad con el sinhogarismo como telón de fondo
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Durante esta semana se está celebrando el Festival de Cine de San Sebastián y en la sección dedicada al cine vasco, Zinemira, podemos encontrar una película intitulada "Hijos de Dios".
La película cuenta la historia de Javier y Romerales, dos veteranos sintecho, que duermen bajo una de las cornisas que rodean la turística Plaza de la Ópera de Madrid. Junto a ellos comienza un largo viaje por las concurridas calles de la capital, donde sobrevivir sin caer en la locura se convierte en todo un arte. La amistad de estos dos personajes y sus rocambolescas vidas hacen de esta película un canto a la vida, la muerte y la dignidad.
El objetivo de la película
El protagonista, Javier Lea, estaba sentado en el albergue Santa María de la Paz de la Orden de San Juan de Dios y apareció el director de la película, Ekain Irigoien. El cineasta vasco le dijo que quería rodar un documental y enseñar la vida en la calle. El protagonista le sorprendió con una propuesta: que también participaran María José y Romerales, porque eran, como él, «perros de la calle». La película define, en su título, de otra manera a las personas sin hogar: «Hijos de Dios», y es uno de los estrenos del festival de cine de San Sebastián, que se celebra en estos momentos.
Para Javier, la experiencia del rodaje ha sido «muy bonita» y cree «que cuando la gente lo vea, sentirá muchas emociones al conocernos a Romerales y a mí, se harán sensibles a la situación que vivimos las personas sin hogar». También eliminar prejuicios. Le ha parecido una oportunidad para que «la gente vea que las personas de la calle no somos malos, no hacemos daño a nadie, ni nos metemos con nadie».
Canto a la vida, la muerte y a la dignidad
El director, Ekain Irigoien, se convirtió en su sombra desde 2014 con el propósito de retratar sus vidas actuales, indagar en sus pasados y comprender los recorridos vitales que ambos han tenido hasta llegar a estar en situación de sin hogar: «Lo que busco con la película es poner el foco en personas que para la sociedad resultan invisibles. Obligar al espectador a mirarlos a los ojos, a conocerlos y dejar a un lado sus prejuicios”, comenta el director, al que le encantaría que “tras ver la película, el espectador les haya cogido el cariño que les he cogido yo durante estos seis largos años, para que así, la próxima vez que vean a alguien en la calle sean capaces de mirarlo y regalarle, aunque sea, una sincera sonrisa».
Tras seis años de rodaje, gracias a Javier, María José y Romerales, la película es un canto a la vida, la muerte y la dignidad con el sinhogarismo como telón de fondo. El largometraje permite visibilizar la situación de las personas sin hogar en nuestro país, entender la problemática que se esconde y eliminar estigmas sobre ellas conociendo sus historias y las causas por las que una persona puede llegar a vivir en la calle.