La oración del día: San Anselmo de Canterbury
Fue uno de los filósofos más relevantes de la tradición agustiniana, por lo que debemos situarlo en la esfera de influencia filosófica del platonismo
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Hoy celebramos a uno de ellos: San Anselmo. Nacido el año 1034 en Aosta, cerca de Toscana, su padre era un hombre imbuido en el paganismo, por lo que fue su madre, mujer de gran Fe, la que le educó en el temor de Dios.
Después de irse a Inglaterra, ocupará la Sede Episcopal de Canterbury. El nuevo Obispo, que mostrará un gran celo por la difusión del Evangelio, se encuentra con algunos graves problemas que acechan a esa Comunidad Eclesial como es el abuso del poder político, frente a la Iglesia. Al hacer frente a esta situación con gran acierto y grandes frutos, tuvo que sufrir el destierro dos veces.
Su gran afán de estudio y de profundizar en los grandes saberes, le hizo escribir obras de Filosofía y Teología. Su profundización le llevó a escribir el Argumento Ontológico que es una de las pruebas aportadas al razonamiento humano para mostrar que desde la sola razón se puede llegar a conocer a Dios y demostrar su existencia. San Anselmo muere en el año 1109.
Oración
¡Oh bendita entre todas las mujeres,
que vences en pureza a los ángeles,
que superas a los santos en piedad!
Mi espíritu moribundo aspira
a una mirada de tu gran benignidad,
pero se avergüenza al espectro
de tan hermoso brillo.
¡Oh Señora mía!,
yo quisiera suplicarte que,
por una mirada de tu misericordia,
curases las llagas y úlceras
de mis pecados;
pero estoy confuso ante ti
a causa de su infección y suciedad.
Tengo vergüenza,
¡oh Señora mía!,
de mostrarme a ti
en mis impurezas tan horribles,
por temor de que tú
a tu vez tengas horror
de mí a causa de ellas,
y sin embargo, yo no puedo,
desgraciado de mí,
ser visto sin ellas.
Amén.