San Pedro Poveda y mártires españoles del siglo XX

La persecución es uno de los signos fundamentales de los cristianos. Es la forma de alcanzar la Tierra de Promisión como recuerda el Evangelio: “Estad alegres y contentos porque vuestra recompensa será grande en el Cielo”. Hoy recordamos en un mismo día los méritos de muchos mártires Santos y Beatos del siglo XX en España. 

En el año 1851 se había firmado un Concordato entre España y la Santa Sede que permitía una amplia libertad religiosa. Pero con la llegada de la Revolución Liberal surgen nuevas situaciones de supresión de órdenes. Al llegar el siglo XX los acontecimientos sociales y culturales de España se suceden en inestabilidad institucional que explota en el año 1931. 

Aquí es cuando cae la Monarquía y el 14 de abril se proclama la II República. En el clima de cordialidad con la Iglesia se suspende cualquier acuerdo para proclamar un estado laico. De aquí surge un laicismo suave promovido por políticos como Niceto Alcalá-Zamora. Otro lo conforman partidos más radicales promueven un laicismo anticlerical beligerante.

En él requisan los derechos de los católicos en la Vida Pública. A medida que avanzaba la década, se pasó a una persecución y linchamiento de los servidores de Dios. La lista innumerable de mártires -obispos, sacerdotes, consagrados y laicos- que dieron a Cristo el testimonio supremo del amor está encabezada por los Santos Pedro Poveda Castroverde, presbítero diocesano y fundador de la Institución Teresiana, e Inocencio de la Inmaculada, religioso pasionista. 

El motivo de poner a San Pedro Poveda y San Inocencio de la Inmaculada en la cabeza de la lista es porque la Iglesia siempre refleja un nombre concreto de entre el innumerable listado de mártires, evitando algo anónimo.