El Bautismo del Señor

Cuando Jesús culmina su vida oculta, a los treinta años, marcha al Jordán donde será bautizado por Juan Bautista. Este Bautismo es preparación para la venida del Mesías y su Salvación sobre el género humano. Este signo es prefiguración del Bautismo Sacramental que instituirá Cristo antes de subir a los Cielos, y que tendrá el poder de borrar el pecado original con el que todos nacemos, devolviéndonos la Gracia para ser hijos de Dios y miembros de la Iglesia. Tal y como recuerdan los evangelistas, cuando el Señor sale del río, después de echar agua sobre su cabeza el Bautista, los Cielos se abren y baja el Espíritu Santo en forma de Paloma, aleteando sobre Cristo, mientras desde una nube se oye la voz del Padre, que se complace en su Hijo Amado. Por ello estamos en tiempo de Epifanía ya que Cristo manifestado en Belén, planta su tienda entre nosotros como celebramos el 25 de diciembre. El 6 de enero se celebra la manifestación de Dios a todos los pueblos para indicar que todos están llamados  ala Salvación y no sólo el pueblo judío. El domingo siguiente es el Bautismo con la siguiente Epifanía del Cristo adulto que empieza su vida pública y se bautiza no porque tenga pecado sino porque es como un signo de que inaugura el Reino de Dios. Por último está la tercera Epifanía de Cristo que manifiesta us poder en las Bodas de Caná.

Iconografía: Se representa ne el momento en el que el Bautista echa agua sobre la cabeza del Señor y se ve la nube y el Espíritu Santo aletea en forma de Paloma.