El santo que murió mártir la víspera del Nacimiento de Cristo

Hay jornadas en las que su sentido eclipsa cualquier celebración de Santo. Pero no se pueden dejar de decir unas palabras sobre San Gregorio, sacerdote que recordamos en este día. Gregorio vive a finales del siglo III y un poco entrado el siglo IV.

Casi se acerca al Edicto de Milán, pero el gigantesco Imperio Romano se agota matando. Ya señaló el Evangelio que a los gentiles les llegaría su hora. Diocleciano recrudece la persecución contra los cristianos y Gregorio resplandece por su oración y su limosna a mlos necesitados.

Tiene todas las papeletas de ser ajusticiado. Por ello muere mártir. Su nacimiento a la vida en Plenitud coincide con la Víspera del Nacimiento de Cristo en la humildad de nuestra carne. Porque hoy es Nochebuena. La celebración del Adviento data del siglo IV cuando San Hilario de Poitiers y San Gregorio de Tours fijan un periodo de tiempo para prepararse a la Venida del Salvador. También el Papa San Dámaso que proponen alguna semana antes del 25 de dicembre con la idea del advenimiento.

El 24 de diciembre es un día muy especial, pero continúa siendo Adviento hasta la medianoche en que se celebra la Misa del Gallo. No hay que perder de vista que la Iglesia toma del mundo judío las vísperas de las grandes fiestas para señalar que es tan importante el acontecimiento que merece la pena vivirse ya desde las horas antes al día en cuestión.

Los Padres de la Iglesia señalan el día 24 como una invitación a hacer en el día grandes ayunos y privaciones en señal de acompañamiento a Cristo que interrumpe, sin dejarla, su estancia en el Cielo para asemejarse a nosotros en todo excepto en el pecado. La proclamación del pregón de las calendas al comienzo de la Misa de medianoche hace historia de la época histórica en la que el Verbo de Dios planta su tienda entre nosotros.