San León Magno, el santo y Papa que solucionó el conflicto en Las Galias

No son pocos los Santos que han tenido que hacer frente a las tempestades que han intentado que la Iglesia zozobrase. Ya dijo Cristo a Pedro que el poder del Infierno no derrotaría a su Iglesia pero no le garantizó que no tuviese problemas. Esto sucedió en el siglo V. 

El Imperio Romano está herido y los bárbaros se apoderan de él a trozos y lo fragmentan cada vez más. Y aquí va a entrar en escena el Santo de hoy, San León Magno. Oriundo de La Toscana (Italia) nace en el año 391 y desde sus inicios habla el latín que es su lengua original, pero es que además es un gran lingüista.

Es secretario del Papa San Celestino y también de Sixto III. Le ven tan capacitado que cuando surge un conflicto en Las Galias, logra solucionarlo pacíficamente y entonces le eligen Papa. Su Pontificado busca el bien de las almas y lo completa con sus sermones y escritos.

Si por algo se caracteriza en sus cartas pastorales es por reflexionar sobre el sentido de la Navidad. No hay mayor grandeza para el ser humano es que Dios se haga Hombre y comparta con nosotros todo excepto el pecado. Pero además de sus escritos fue un gran estratega espiritual, pastoral y humano. Sin duda la Providencia sabe a quién escoge en cada momento.

Y las herejías azotaban la Iglesia y León buscaba confirmar en la Fe a los creyentes. Otro de los problemas era que ese contexto social y cultural daba cada vez más entrada en la vida ordinaria a los bárbaros.

Por entonces los hunos tenían por jefe a un Goliat que se llamaba Atila. Sus huestes arrasaban por donde pasaban y si lo consiguieron en otros sitios por qué no intentarlo con Roma. Como cristo se adelanta en Getsemaní a la turba sabiendo lo que se le venía, León se anticipa y evita la destrucción de la Ciudad Eterna. Cuando muere el año 460 su grandeza le acompañan a su nombre de León el apelativo de Magno.