SANTORAL 29 OCT
San Narciso: obispo de Jerusalén...dos veces
Narciso recibe la fe de los primeros cristianos. A partir de ahí, su humildad le lleva a ser obispo. Él se retirará, pero Dios no quería.
Madrid - Publicado el
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Muchos lugares han sido tierra de Santos. Pero la propia cuna de la fe, que es Tierra Santa, también ha sido germen de fieles servidores del Evangelio. Por ejemplo, San Narciso, que celebramos hoy. Su nacimiento se sitúa a finales del siglo I en Jerusalén, el sitio donde tuvo lugar el culmen de la Fe con la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor.
Pero es que también tuvo el privilegio de recibir el Evangelio de los testigos directos que fueron los Apóstoles, aunque otros hablan de sus inmediatos sucesores. La cuestión es que lo recibió de primera mano y lo aprovechó con una gran amistad con el Señor. Cuando es ordenado sacerdote todos encuentran en Narciso un testigo verdadero de Cristo. No en vano, algún tiempo después, es elegido para ser obispo y además de la Iglesia de Jerusalén.
Si estaba colmado de años, también tenía chispa y alegría porque parecía más joven de lo que realmente era. Y todo el que estaba su lado descubría un hombre al que merecidamente la Providencia le había colocado donde tenía que estar. Su optimismo transformaba a todo el que le conocía. Las comunidades que le tocó pastorear eran muy florecientes con grandes frutos espirituales y humanos. Y eso que no faltaban dificultades.
En el Concilio de Cesarea que le tocó presidir hubo que ponerse de acuerdo para unificar y así poder celebrar todos juntos la Pascua. Pero llegó la dificultad en forma de prueba porque varios clérigos de su entorno sintieron envidia de que Narciso fuese tan bien acogido y su humildad no la soportaban. Entonces le calumniaron, el Obispo les perdonó y prefirió tomarse un tiempo de retiro y oración en la vida contemplativa. A su retorno, ya es muy mayor y el obispo Alejandro de Capadocia le debe ayudar en el gobierno de Jerusalén. Tan eficaz es la labor de ambos que cuando muere Narciso Alejandro le suple como Patriarca de Jerusalén.