SANTORAL 5 NOV
Santa Ángela de la Cruz, una mujer santa que se forjó en una zapatería
Es el caso de Santa Ángela de la Cruz que peregrinó por el mundo en España entre mediados del siglo XIX y del XX. La capital hispalense -Sevilla- vio nacer
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Hay muchos Santos que sin ser coetáneos a nosotros, han vivido en una época cercana y su testimonio ha sido tan grande que ha llegado hasta nuestros días.
Es el caso de Santa Ángela de la Cruz que peregrinó por el mundo en España entre mediados del siglo XIX y del XX. La capital hispalense -Sevilla- vio nacer a esta religiosa que estuvo algún tiempo en la escuela.
Sin embargo en su casa escaseaba el pan y necesitaba subsistir con algún trabajo. La mejor forma de ayudar y realizarse en ese momento fue ejercer un oficio y el que mejor le cuadraba era el de zapatero. Ahí está Ángela arreglando los zapatos de la gente. Parecía haber hallado su lugar.
Pero todavía quedaba mucho por aprender en el oficio y en la vida. Un día Ángela tiene una visión en forma de sueño. Tiene ante ella a Cristo Crucificado y junto a Él hay una Cruz vacía. No tiene a nadie. Está sola. Ángela comprende que esa Cruz vacía la puede ocupar cualquiera que quiera unirse al Señor, no solamente en su sufrimiento para redimirnos, sino también en su pobreza.
Y dando un paso más comprende que Dios le anima a ella a permanecer unida a Jesús en ese Árbol Salvador. Es el momento de poner en práctica lo que ha vivido en ese espíritu orante. Para ello funda las Hermanas de la Cruz.
Este instituto es un nuevo carisma que alienta la vida de la Iglesia. Ellas tiene que sentir cada día el rostro de Cristo sufriente y pobre sin el cual nada se podría lograr ni conseguir. Por eso es imprescindible acercarlo a los otros. Y la mejor forma de predicar es con el ejemplo por lo que su existencia se torna muy entregada hasta el punto de que le llaman con razón “la madre de los pobres”.
Muere en la misma ciudad que le vio nacer, en Sevilla en 1932 y San Juan Pablo II, que la beatificó en 1993, la canonizó en Madrid en el año 2003.