El Santo de hoy: Santa Cecilia, virgen y mártir

Recuerda uno de los Salmos del Antiguo Testamento, en la Sagrada Escritura que para el Señor es mi música, voy a explicar el camino perfecto. Hoy es Santa Cecilia, virgen y mártir. Su ascendencia viene probablemente de una familia ilustre, perteneciente a la nobleza romana, de nombre Los Cecilios y anteriores a Cristo. De pequeña queda huérfana de madre y el Papa Urbano I le instruye en la Fe, bautizándose a la edad de 13 años.

Las notas históricas aplican a Cecilia todos los rasgos propios de una joven cristiana entregada totalmente a su Señor, con todas las virtudes de los seguidores del Evangelio. Su caridad también se extiende a los necesitados que acuden por la Vía Apia, donde está su casa. Movida por este servicio desinteresado desde Dios, hace voto de perpetua virginidad y así se lo cuenta a su esposo Valeriano.

Incluso le dice que un Ángel del Dios Vivo vela por ella y que si él osa hacerla daño, sufrirá las consecuencias. El pretendiente lo acepta de buen grado, conviritiéndose él y su hermano Tiburcio al Señor Jesús. Y prueba de su conversión, es que irán sin ningún reparo al suplicio. Esto demuestra que la fidelidad a la Buena Nueva siempre tiene un precio en el mundo. Por eso, Cecilia también morirá mártir en tiempos de Marco Aurelio como aquellos.

Arrestada por el Evangelio sufrirá grandes suplicios que no acaban con su vida. Cuando intentan decapitarla no logran consumar el ajusticiamiento y ella morirá fruto de las heridas tres días después. Gregorio XIII vio que los acordes melodiosos le elevaban hacia Dios, declarándola en 1594 Patrona de los músicos. Y el propio Papa Francisco resaltó cómo llevaba siempre con ella el Evangelio. Su nombre se incluye en el Canon Romano de la Misa.