SANTORAL 29 ENERO

El Santo obispo que fue devoto de la Virgen del Pilar

San Valero de Zaragoza es el Santo que en medio de  la persecución fue arrestado pero no martirizado.

Desierto

Redacción Religión Jesús Luis Sacristán

Publicado el - Actualizado

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La Venida en carne mortal a Zaragoza de la Virgen del Pilar dejó una impronta de Fe en ese lugar. Desde su fortalecimiento al Apóstol Santiago a orillas del Ebro y su petición de edificar un Templo que ha llegado hasta nuestros días ha dado frutos apreciables desde ese mismo instante. 

Precisamente San Valero de Zaragoza desde su origen es uno de los Santos fruto de esa intercesión mariana por la Península. Su nacimiento y su muerte forman parte del desconocimiento ya que nos dan pocos datos las actas de entonces. Su más inseparable colaborador es San Vicente, diácono y mártir que recordábamos el pasado 22 de enero. Valero fue obispo de Zaragoza y participó en el Concilio de Elvira hacia el año 314 que se celebró en España.

Procedente de familia noble romana, su vida nos lleva por cuanto decimos hacia los siglos III-IV. Concretamente el año 290 es elegido obispo de la Ciudad del Pilar donde desempeñará su ministerio ayudado por el diácono San Vicente que recordábamos el pasado martes. Si por algo se caracterizó es por su predicación y su cercanía a las almas logrando muchas conversiones a la Fe. Coincide entonces la persecución de Diocleciano contra los cristianos.

Valero y Vicente son denunciados no sólo por su Fe sino por predicar abiertamente la cristiana que estaba prohibida por el Imperio. Ambos son detenidos y llevados a Valencia. San Valero morirá desterrado ya que el lugarteniente se molesta con Vicente por la sabiduría con qu ehace frente a las acusaciones, pero le queda un mínimo de “respeto” hacia Valero por lo que le envía fuera de la civilización en el año 315. El Santo obispo asistirá hasta el final a los necesitados.

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