Nochebuena, vigilia de esperanza

Muchas de las celebraciones que incluimos en el costumbrismo social y cultural proceden del substrato cristiano. Hoy estamos a 24 de diciembre, jornada que popularmente se conoce como día de Nochebuena. Un concepto muy sociológico en cuanto a la celebración meramente humana, pero que se incluye en el aspecto de la Fe cristiana. El motivo de fondo es que nos encontramos en la Víspera de Navidad. Retrocediendo en el mundo judío, la Iglesia ha tomado muchas de sus vivencias para trasladarlas a la Liturgia cristiana.

Y para los israelitas cuando se acercaba alguna Solemnidad importante en su calendario religioso -y así pasaba el sábado también como día de culto y descanso semanal- a partir de la puesta de sol de la tarde anterior, existía esa emoción espiritual por el sentido de esa celebración hasta el punto de vivirla ya esa tarde con más ahínco, si cabe, que en el propio día. De ahí que la Iglesia celebra especialmente las vigilias. En la cúspide de todas ellas se encuentra la Vigilia Pascual como Celebración de celebraciones, porque Cristo ha Resucitado.

El santoral de hoy, jueves 24 de diciembre

En el caso de Nochebuena la Creación se encuentra en una expectación de grado máximo porque sabe que al día siguiente llegará el Señor, Luz de las naciones. Vendrá el Señor y no tardará recuerda la Sagrada Escritura en el Antiguo Testamento. La Celebración de esta noche incluye la Misa matutina que se oficia por la mañana, mientras por la tarde está la Misa de la Vigilia, teniendo lugar a la medianoche la popularmente llamada Misa de Gallo.

Dentro de la misma, se proclaman las calendas que es el Pregón al inicio donde se evoca la Historia de la Salvación de forma breve, hasta que termina el texto diciendo que en el Imperio de Augusto, el Verbo de Dios se hizo Hombre para salvar al género humano. También se canta con fuerza el Gloria que no había resonado desde antes de Adviento con excepción de la Inmaculada Concepción. Aunque este año, por motivos sanitarios no se haga pero otro momento estelar al final de la Misa es la adoración del pueblo fiel al Niño Jesús. Con ello se da por iniciado el Tiempo de Navidad.