San Policarpo de Esmirna

Hoy hacemos memoria de este Santo que experimentó lo que supone ser discípulo de Cristo y cargar con la Cruz

San Policarpo de Esmirna

Redacción Religión Jesús Luis Sacristán

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El camino de la Fe es el Camino a la Pascua que no acaba, pero la aduana es la muerte y, muchas veces, el martirio. Hoy hacemos memoria de San Policarpo que experimentó lo que supone ser discípulo de Cristo y cargar con la Cruz. Este cristiano perteneciente a la primitiva comunidad, fue discípulo del Apóstol San Juan. Su nombre, procedente del griego, significa el que da mucho fruto.

En la difusión del Evangelio de Cristo contó con seguidores para predicar con él como San Ireneo. Nombrado Obispo de Esmirna, tuvo que marchar a Roma para tratar de que el Papa Aniceto unificase la fecha de la Pascua, ya que no había un criterio común entre los cristianos de Europa y Asia a la hora de celebrarla.

El santoral de hoy, martes 23 de febrero

Fue entonces cuando San Ignacio de Antioquía marchaba a ser martirizado a la capital del Imperio. Policarpo al tener conocimiento de su llegada salió a su encuentro y le saludó con el ósculo de la paz. También escribió una carta a los fieles de Asia, escrito muy apreciado por los creyentes en ese momento. Al arreciar la persecución, él se encomendó al Cielo para que le diese la fortaleza necesaria ante tan gran combate. Una vez preparado en el interior, le llegó el momento de ser detenido, situación a la que hizo frente, devolviendo bien a los que le apresaban.

Conducido ante el Emperador, éste le quiso animar a que dejase el cristianismo. Pero él se reafirmó en la Fe de Jesucristo cuando el César le obligó a aceptar su condición de verdadero dios. Al ver que nada conseguían, decretaron su condena, quemándole vivo. De esta forma entrega el alma a Dios un 23 de febrero del año 155, sintiéndose pan de Cristo.

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