San Constantino

Una de las realidades que más impactan en las personas es la capacidad de convertirse, llevando esa Cruz de Dios por todo el camino cuaresmal en clave de conversión y de cambio, lavando en la Sangre del Cordero nuestros pecados. Hoy tenemos un Santo ejemplo de conversión como es el rey Constantino. Su origen es anglosajón en el siglo VI.

El santoral de hoy, jueves 11 de marzo

Discípulo de San Columbano son obvias las razones que nos muestran a alguien que nada tiene que ver con el Emperador Constantino. El único parecido que tienen ambos es el nombre. Los primeros momentos de la vida de este noble se igualan al hijo pródigo de la Parábola ya que buscaba el mayor hedonismo y que la vida fuese lo más cómoda y relajada posible. Si se enumeran su vicios son muchos ya que abunda en pereza, tibieza, sacrilegios e incluso infringir el respeto al prójimo. También cuneta en su haber de entonces crímenes y asesinatos.

Pero llega el tiempo de hambre como en la Parábola y esto le hace replantearse su vida. Ahora llega la aceptación de sus culpas, la petición de perdón y su arrepentimiento. La mejor forma de participar en esa conversión es retirarse a un lugar solitario que encuentra en el Monasterio irlandés de Rathán. Esto lo hace renunciando a su dignidad real.

Una vez formado sigue a San Columba y se presenta a las gentes desposado de sus joyas reales, al estilo de un monje sencillo y humilde predicador del Evangelio. Algunos lugares pertenecientes a Irlanda se convirtieron siendo zona escocesa. Esto hizo que el Santo fuese reconocido por unos, pero no por otros. Ahí llega la contradicción de todo discípulo del Evangelio. Estos paganos anticristianos traman su muerte y le asesinan por lo que derrama su Sangre en pro del Señor.