Santos Juan Fisher y Tomás Moro
Ambos fueron decapitados, sufriendo muchos tormentos antes de ser ejecutados por defender su recta conciencia
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La fidelidad a Dios siempre tiene un precio. Y el Señor en el Evangelio resalta que aquel que se ponga de su parte ante los hombres, también Él le defenderá ante los ángeles del Cielo. No así aquel que se abochorne de Él y sus palabras. Hoy celebramos a los Santos Juan Fisher y Tomás Moro, que dieron la vida por defender al Señor en la persona de su Vicario de Roma.
Juan Fisher, hijo de un modesto mercero, nació en el Condado de York (Inglaterra), estudiando Teología en Cambridge. Su talla espiritual y humana le hizo que fuese, excepcionalmente, ordenado sacerdote con veintidós años, siendo poco después Vicecanciller de la propia Universidad. Gran humanista, promovió diversas cátedras y fundaciones, siendo nombrado Obispo de Rochester, desempeñando un ministerio de verdadera entrega y servicio por amor al Reino de Dios.
El santoral de hoy, martes 22 de junio
Por su parte, Tomás Moro nació en 1477, y estudió en Óxford. Hombre de letras y también gran humanista, fue amigo personal y Gran canciller de Enrique VIII. Una de sus prestigiosas obras fue "Utopía", tanto en el plano moral como humano. Sin embargo, las cosas cambiaron cuando el rey se constituyó en cabeza de la Iglesia de Inglaterra porque la Santa Sede no le concedió la nulidad de su matrimonio con Catalina de Aragón, para casarse con la cortesana Ana Bolena.
Todo ello produjo un revuelo en el Parlamento y muchos políticos y eclesiásticos cedieron ante el trono inglés. Sin embargo, tanto Juan Fisher como Tomás Moro, obedecieron al Papa de Roma, echándole en cara al monarca su pecado, lo que les valió ser acusados de alta traición y depuestos de sus cargos. Ambos fueron decapitados, sufriendo muchos tormentos antes de ser ejecutados por defender su recta conciencia.