Josetxo Vera, por la Jornada de las Comunicaciones sociales: “Comuniquemos las cosas buenas”

En el marco de la Jornada de las Comunicaciones Sociales que se celebra este domingo, el programa 'Ecclesia' de TRECE (domingos a las 13 h.) ha conversado con Josetxo Vera para conocer la realidad de las comunicaciones sociales en el seno de la Iglesia, e indagar en el lema que este año se propone para la jornada: ‘Escuchar con los oídos del corazón’.

Aunque este día no se centra solo en los comunicadores cristianos, el sacerdote asegura que “en el fondo, todos los comunicadores trabajan al servicio de la verdad". "La llamada del Papa Francisco es escuchar con los oídos del corazón para poder hacer una buena comunicación”, ha comentado, asemejando en el programa de TRECE el mensaje que dio en esta misma jornada hace años el Papa Benedicto XVI, que “hablaba de la necesidad del silencio para la escucha, y eso es en lo que incide el Papa Francisco este año". "Escuchar con los oídos del corazón es escuchar ese pálpito que tiene la actualidad por debajo de personas humanas que realizan cosas grandes en el día a día”.

El sacerdote y periodista además se ha mostrado crítico con algunos profesionales de la información, ya que “a veces estamos buscando siempre las cosas que salen mal, y sin embargo el mundo se sostiene por millones de personas que hacen las cosas bien”. En este sentido, el encargado de la Oficina de Prensa de la CEE reconoce que, aunque una de las normas que se dan en las facultades de periodismo es informar también las malas noticias, “tenemos que hacer el esfuerzo de contar las cosas que son necesarias de la mejor manera posible, y tener la responsabilidad de contar lo que pasa, pero para que ayude a las personas a que pasen cosas mejores”.

Además, en esta jornada, recuerda el sacerdote, “es un esfuerzo que no solo tienen que hacer las instituciones de la Iglesia, sino todos los cristianos. Hay que coger conciencia de lo que somos y contarlo. Lo que se nos pide a los cristianos es que nos manifestemos como cristianos en nuestra vida pública, privada y en nuestras relaciones personales”.