Antonio Jiménez: "En Cataluña estamos sometidos al mismo chantaje y al mismo desafío"

Si algo se ha demostrado en estos últimos meses y años después de que Sánchez llegara a la Moncloa es que la llamada "política del ibuprofeno" tampoco ha resultado muy eficaz, para calmar a los separatistas catalanes. Ha habido cesiones en la medida de lo posible. Ha habido mucho entendimiento, mucho diálogo entre el señor Sánchez y los separatistas, pero al final esto no ha calmado sus objetivos finales. Y no los ha hecho renunciar a esos objetivos que son la separación, lógicamente del resto de España y la proclamación de esa república independiente.

Digo esto porque, aparentemente el señor Sánchez se vanagloriaba de una política muy moderada con los separatistas porque eso iba a tener como consecuencia el entendimiento total y absoluto para que ellos renunciaran a sus objetivos de máximos. Poniendo en evidencia la etapa de Rajo al recordarle que él hizo más separatistas que nadie.

Bueno, fábrica de separatistas también lo ha sido el propio Sánchez. Lo hemos visto por ejemplo en estas últimas elecciones en las que de nuevo, a pesar de que ha ganado un partido constitucionalista como el Partido Socialista de Cataluña (como antes lo había sido Ciudadanos), la mayoría separatista ha podido formar gobierno de nuevo y ahora estamos sujetos al mismo chantaje y al mismo desafío porque no van a cambiar las cosas.