Ana María Herrero, plataforma del policlínico de Segovia: "Estamos a la cabeza de fallecidos de Europa"

España lleva estas últimas semanas sufriendo los datos y momentos más críticos de toda la pandemia. Los hospitales no dan abasto. Hoy en día los ingresados por COVID-19 ascienden a 30.815, ocupando el 24.1% de las camas de los hospitales, de los cuales 4.433 personas necesitas cuidados intensivos, algo que hace dar la voz de alarma por parte de nuestros sanitarios.

En Castilla y León, Segovia, una plataforma reclama la apertura del viejo hospital de la ciudad, incluso desde antes de esta crisis sanitaria. 16 años llevan quejándose de ser la única provincia de Castilla y León de contar solo con un hospital. Ana Samboal habla con Ana María Herrero, coordinadora de la plataforma del Policlínico de Segovia, que denuncia que “no solo tienen una sanidad de tercera categoría, sino que ahora con la COVID-19 la situación es insostenible”.

“Por desgracia estamos a la cabeza de las estadísticas de fallecidos, no solo en España, sino también de Europa, solo por detrás de Bérgamo. En abril la consejera reconoció que nos faltaban camas, pero sigue sin hacerse nada”, explica.

El Colegio de Geólogos de Castilla y León por su parte asegura que el hospital no podría abrirse sin más, sino que debería llevarse a cabo una serie de reformas. Ante esta afirmación Ana María discrepa: “Es un informe que incide en las debilidades del edificio, que son completamente superables. Al cambiar de Gobierno, tras las elecciones, todo el proyecto se vino abajo. Si hubieran empezado las reformas en abril ahora tendríamos el hospital casi terminado”.

La tercera ola está dejando tras de sí aún más evidencias hospitalarias que, a opinión de Ana María Herrero, se podría haber puesto ya solución. “Tenemos un 38% de camas menos que la media de Castilla y León. Avisábamos que si viniera una gran crisis no podríamos hacerle frente y a la vista está. Los segovianos buscan camas en otros hospitales de las provincias próximas, pero los demás están también al límite”, concluye preocupada ante la desbordante situación Ana María Herrero.