"Hoy Sánchez ha tenido que elegir entre pasar por ignorante o reconocer que sabía lo de Ábalos y se lo calló"

José Luis Pérez, director de 'TRECE Al Día', reacciona al malestar del presidente del Gobierno cuando le preguntan por Ábalos asegurando que es la "enésima vez" que da explicaciones sobre el tema

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Monólogo de José Luis Pérez del 23 de octubre de 2024
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TRECE


Pues se ha molestado el presidente del Gobierno porque le han preguntado hoy por Ábalos. Total, ¿qué importancia tendrá una trama de cobro de comisiones que se movía como pez en el agua entre varios ministerios de su administración, llevándose mordidas millonarias, disfrutando de chalés de lujo gratis para sus vacaciones o tirando de chequera pública para hacer regalos a su pareja? Todo de momento presunto, por supuesto. ¿Qué importancia tendrá que la Audiencia Nacional haya pedido imputar al que fue su mano derecha en el Gobierno y en el partido por tres delitos? Minucias, pertenencia a organización criminal, cohecho y tráfico de influencias. Minucias.

¿Qué importancia tendrá todo eso como para interrumpir los monólogos autoelogiosos del presidente con nuestras preguntas a las que, solo en la cabeza del presidente, él ha respondido por enésima vez?: “Y esa crisis de Gobierno profunda que hice a nivel ministerial, pues hizo, efectivamente, que el exministro Ábalos saliera del Gobierno de España en el año 2021. Eso es lo que le puedo decir por enésima vez sobre esta cuestión”. Por enésima vez en la cabeza del presidente.

El caso es que, cuando a Sánchez, hoy en Portugal, le han preguntado por esa exposición razonada del juez de la Audiencia Nacional, que también por cierto se pregunta, como la Guardia Civil, por el papel de 'el uno' en el rescate a Air Europa, hoy el presidente ha tenido que elegir entre pasar por ignorante y, por tanto, por poco diligente, es decir, no enterarse de que tantos a su alrededor y en tantos ministerios de su gabinete se estaban forrando presuntamente durante la pandemia, ha tenido que elegir entre eso o reconocer que se había enterado pero que se lo calló, que no se lo dijo a los españoles y se limitó a apartar a Ábalos del Gobierno, pero manteniéndole como diputado. Y Sánchez ya lo han visto, ha preferido quedarse con el papel del ignorante, poco diligente, del que no sabía nada.

Se le ve mucho más cómodo al presidente y al Gobierno, a los ministros en general, hablando de Ayuso, en lugar de hablando de las instrucciones judiciales y de los informes de la Guardia Civil, poniendo de manifiesto posibles casos de corrupción en la Moncloa como el de Ábalos. Por Ayuso a Sánchez no hace falta ni que le pregunten. Y seguro que cuando se le pregunta, a Sánchez, en ese caso, no parece que lo hacen por enésima vez. Tanto es así que, si no hay nada que contar de la presidenta de la Comunidad de Madrid, pues en el Gobierno se lo imaginan y ya está, qué es lo que hace la vicepresidenta María Jesús Montero: “Y me imagino que en los próximos días tendrán ustedes acceso a más información que a todos nos escandalizará”.

Lo del escándalo tiene una parte muy subjetiva. Por ejemplo, a la propia Montero, que a uno de los compañeros de su gabinete, que se sentaba a su lado en el Consejo de Ministros, que le regalaran un chalé de lujo, pues eso tampoco le parece demasiado escándalo a María Jesús Montero. En cambio, que el novio de Ayuso tratara de desgravarse hilo dental, eso sí, le parece un escándalo mayúsculo, casi una crisis de Estado. Pero sobre todo, lo que cabe preguntarse, después de escuchar a María Jesús Montero, es por qué la vicepresidenta nos dice, ya que habrá nuevas informaciones. ¿Por qué lo adelanta? ¿Y por qué nos dice, ya, que serán un escándalo? No será que se están menoscabando los derechos a la legítima defensa, a la intimidad, de un ciudadano anónimo. No será. Porque eso sí sería un escándalo, objetivamente hablando.