Síndrome de la cabaña, cuando no queremos salir de casa
Miedo a no poder controlar la situación en el exterior es lo que sienten aquellas personas que padecen el llamado "Síndrome de la cabaña". Una psicóloga nos ayuda a conocerlo mejor
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Llevamos dos meses encerrados en casa, y ahora es el momento de retomar la actividad física y salir a la calle, siempre dentro de la normativa. En "Fuera de Foco" nos preguntamos cuáles son las consecuencias de este entierro a nivel físico y emocional. Para ello, hablamos con Silvia Álava, psicóloga, y Moisés Benavente, fisioterapeuta. Este último incide en que durante el confinamiento "nos hemos movido menos, hemos perdido masa muscular y eso incide en nuestra capacidad física. Por lo que hacer ejercicio no solo nos va a ayudar psicológicamente, sino también a la hora de recuperar esa masa muscular". Un efecto emocional en el que también incide Silvia quien destaca que el deporte puede ayudarnos a sentirnos mejor por dentro y por fuera. "Nos ayuda a modular el estrés y la ansiedad. En caso de no estar todavía muy entrenados, andar puede ser una buena opción", recalca la piscóloga.
Sin embargo, salir a la calle no es el deseo de todos. Hay personas que aún pudiendo salir ya a la calle a dar pequeños paseos prefieren quedarse en su casa porque lo consideran "más seguro". Es el caso de Silvia, una joven que ha optado por quedarse en su domicilio. Lucía es otro ejemplo de aquellos que intentan volver a la normalidad pero que todavía no se atreven. Y es que son muchos los que estos días sufren lo conocido como "el síndrome de la cabaña". Silvia Álava explica que "muchas personas tienen miedo a salir porque no pueden controlar la situación en el exterior. Por eso, es muy importante reconocer nuestras emociones, superando ese miedo poco a poco y cumpliendo todas las medidas de seguridad. Intentando pasear por donde hay menos gente, llevar mascarilla, no tocar nada. Ya que tampoco se debe salir de forma irresponsable."
La psicóloga destaca en TRECE que los pasos para preparar la primera salida son afrontar la salida con cautela, preparar todo lo que vamos a necesitar como guantes, o dejar las zapatillas junto a la puerta para cuando regresemos cambiarnos rápidamente, y sobre todo ir poco a poco. Ir viendo que no pasa nada y cuando estemos en la calle, intentar disfrutar del momento, sentir el aire y el sol en la cara, apreciar los cambios en la naturaleza. Tener el foco fuera y no dentro de nosotros mismos". Silvia iniste también en que debemos aprender a vivir el día a día, siendo objetivos y estando informados. "No tenemos que pensar en lo que a nosotros nos apetece, sino en el bien común".
Moisés Benavente, por su parte, señala lo importante es "evitar la inactividad", fomentar el movimiento y hacer trabajo de fuerza. Si perdemos esa fortaleza, probablemente ante cualquier estímulo del día a día va a aparecer el dolor. Por ello, siempre que hay molestias, es recomendable acudir a un profesional". Algunas recomendaciones que nos da el fisioterapeuta son "antes de corre es bueno que probemos a andar deprisa, subir escaleras, olvidarnos de las marcas o distancias que hacíamos antes, y seguir objetivos individuales". Por último Moisés recuerda que esta situación debe ayudarnos a tomar conciencia de lo importante que es nuestra salud, y que debemos "cuidar de ella".