La profecía de '1984' que muchos ven cumplida: "Estatuas y calles renombradas. El Partido lleva siempre razón"

La afamada novela escrita por George Orwell siorve como espejo para nuestros días y muchos son los que ven el reflejo de nuestro mundo entre sus páginas

La profecía de '1984' que muchos ven cumplida: "Estatuas y calles renombradas. El Partido lleva siempre razón"

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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"1984" es una de las novelas que más admiración ha cosechado desde la segunda mitad del siglo XX y a partir del que hemos comenzado. No es de extrañar, pues supone un hito en la Literatura Universal que trata las distopías como nunca antes se ha hecho. Así es como Orwell en su novela nos presenta un mundo que, dominado bajo el Gran Hermano, presenta un control total sobre sus ciudadanos. Un control que va mucho más allá de las libertades personales, un control que retuerce el pasado hasta liquidarlo, un control que, a raíz de los hechos ocurridos recientemente, muchos ven ejercido en nuestros días.

Un mundo sin historia, donde las estatuas y calles cambian de nombre

Es uno de los puntos sobre los que la distopía orwelliana basa su relato. La historia, el pasado, la memoria de los hechos que constituyeron el mundo tal y cómo es, ha sido eliminada. "1984" dibuja una sociedad en la que sus ciudadanos (prisioneros en realidad), viven un eterno presente. El pasado no existe, y la historia ha sido reescrita por el Partido, el único punto del que emana la verdad oficial, ejercida con brazo firme por el ya famoso Ministerio de la Verdad y sus no menos perversos Ministerio de la Paz o Ministerio de la Abundancia.

A raíz de lo ocurrido en Seattle en Estados Unidos, donde el grupo de izquierda radical conocido como 'Antifa', además de los componentes del movimiento 'Black Lives Matter', han tomado una zona de la ciudad hasta el punto de renombrarla y expulsar a las autoridades de la zona. 'Chaz' que es como se conoce a la "zona autónoma y libre de policía" que los manifestantes han tomado, se ha convertido en el epicentor de la polémica, con amenazas casi diarias de Trump con mandar a la Guardia Nacional para restaurar el orden.

Y es que en Estados Unidos, tras el asesinato de George Floyd, se inició una ola de violencia y crispación que ha traspasado fronteras hasta llegar al Viejo Mundo del que Orwell formaba parte. En el país del escritor británico se lanzaron estatuas de conocidos esclavistas al río o se pintarrajearon monumentos dedicados a héroes nacionales como Winston Churchill.

Estatua de Winston Churchill

Estatua de Winston Churchill

Todo se mezclaba en una vorágine que, como bumerán ha vuelto a los Estados que ahora arremeten contra las estatuas de, nada más y nada menos, que Cristobal Colón, resucitando una polémica ya iniciada por los sectores de la izquierda estadounidense en ciudades como Los Ángeles donde se consiguió la retirada de una de las estatuas que recordaba al genovés que unió Occidente con América para siempre.

Las palabras de "1984" que hoy resuenan con más fuerza

Precisamente, uno de los pasajes de la novela "1984" recuerda con fuerza a los eventos que estamos viviendo en estos días. En concreto, se trata de un fragmento en el que el personaje Winston del Departamento de Registro, hablaba sobre las "descaradas falsificaciones" que allí realizaba, por orden del Partido:

"¿No te das cuenta de que el pasado, incluso el de ayer mismo, ha sido suprimido? Si sobrevive, es únicamente en unos cuantos objetos sólidos, y sin etiquetas que los distingan, como este pedazo de cristal. Y ya apenas conocemos nada de la Revolución y mucho menos de los años anteriores a ella. Todos los documentos han sido destruidos o falsificados, todos los libros han sido otra vez escritos, los cuadros vueltos a pintar, las estatuas, las calles y los edificios tienen nuevos nombres y todas las fechas han sido alteradas.

Ese proceso continúa día tras día y minuto tras minuto. La Historia se ha parado en seco. No existe más que un interminable presente en el cual el Partido lleva siempre razón. Naturalmente, yo sé que el pasado está falsificado, pero nunca podría probarlo aunque se trate de falsificaciones realizadas por mí. Una vez que he cometido el hecho, no quedan pruebas. La única evidencia se halla en mi propia mente y no puedo asegurar con certeza que exista otro ser humano con la misma convicción que yo".

Esto es lo que George Orwell escribió hace ya más de 60 años. Los hechos que vivimos hoy en día, ya los conocen, basta con ponerse cualquier telediario o revisar las siempre conectadas redes sociales. ¿Existe una relación entre lo descrito en ese terrible mundo y nuestros días? Saque usted sus conclusiones. Por último, un fragmento del docudrama 'George Orwell - A Life in Pictures', realizado por la BBC en 2003:

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