La Bolsa firma tablas a la espera de noticias de la Reserva Federal
El presidente chino ha dejado claro que el enfrentamiento comercial con Estados Unidos no interesa a ninguna de las partes.
Publicado el - Actualizado
4 min lectura
Las Bolsas se han frenado casi en seco después de las fuertes subidas de ayer. Pero no se han producido demasiados castigos, ni mucho menos. Los inversores contienen el aliento, pero no pierden la esperanza. Esperanza ante la reunión que mantendrá el presidente de Estados Unidos con su homólogo chino en la "cumbre" del G-20 a finales de mes. Una cita que debería servir para desatascar las conversaciones comerciales entre ambos países. Y esperanza ante el convencimiento de que los grandes bancos centrales del mundo tomarán las medidas que sean necesarias para evitar un mayor deterioro de la actividad económica. El índice Ibex 35 ha bajado apenas un 0,1 por ciento, hasta 9.231 puntos. Han tirado del mercado los bancos y las empresas acereras. En Negativo Telefónica, IAG, Repsol y las eléctricas.
Los analistas continúan estudiando las piezas del puzzle para intentar comprender la imagen final. La producción industrial en China crece a un ritmo del 5 por ciento, que es su nivel más deprimido de los últimos 18 años, mientras en Estados Unidos lo hace a un ritmo del 2 por ciento interanual. La confrontación comercial entre ambos países está dejando heridos en ambos bandos. El presidente chino ha dejado claro que el enfrentamiento comercial con Estados Unidos no interesa a ninguna de las partes. Es una referencia tranquilizadora entre tantas amenazas cruzadas. Por eso los equipos negociadores de ambos países han vuelto a verse para preparar el encuentro a más alto nivel que se producirá en Osaka, Japón, aprovechando la cumbre el G-20.
El presidente Trump, experto en dar una de cal y otra de arena, ha asegurado hoy que espera obtener una relación comercial justa con China... o ninguna en absoluto. O se hacen las cosas como él quiere o se rompe la baraja. Él es así. Ayer mostró su alegría y su esperanza ante la reunión que mantendrá con su homólogo chino en la reunión del G-20 a finales de mes, que debería servir para desatascar las conversaciones y no tanto para alcanzar acuerdos concretos. No se espera la paz, pero sí una tregua. Algo es algo.
De momento y por si acaso algunas grandes empresas están estudiando decisiones estratégicas importantes. Por ejemplo, el gigante Apple, según publica el diario económico japonés Nikkei, estudia trasladar hasta un tercio de su producción desde China a otros países del sudeste asiático.
Uno de los asesores económicos de la Casa Blanca espera que 2019 se cierre con un crecimiento del PIB del 3 por ciento. Espera un próximo recorte de tipos de interés por parte de la Reserva Federal. Los expertos de Barclays y los de JP Morgan estiman que son elevadas las probabilidades de que la Reserva tome en breve la decisión de bajar el precio del dinero para insuflar nuevos ánimos a la actividad económica. Pero seguramente no hoy. Los analistas atribuyen una probabilidad inferior al 20 por ciento a un recorte de tipos de interés en la reunión de hoy. Lamentablemente para los inversores europeos, las decisiones de la Reserva y sus previsiones han llegado después del cierre de las plazas del Viejo Continente. Las probabilidades aumentan hasta el 80 por ciento para el siguiente consejo de la Reserva previsto para finales del mes de julio.
Por su parte, a este lado del charco, los analistas del Commerzbank creen que el Banco Central Europeo bajará el precio del dinero antes de fin de año y quizá ya en julio, como consecuencia de la caída de la inflación y el enfriamiento de la actividad económica. El próximo consejo del BCE se celebrará el 25 de julio. Con estas referencias, el euro ha reaccionado hoy muy tímidamente. Solo lo justo para recuperar el cambio de 1,12 dólares.
Hoy los mercados han dispuesto de algunos datos a tener en cuenta. El superávit comercial de Italia se ha reducido desde 4.600 a 2.900 millones de euros. El índice de precios industriales se ha contraído una décima en Alemania cuando se esperaba un crecimiento de ese mismo porcentaje. Es un nuevo síntoma de que la economía del corazón de Europa está perdiendo fuelle.
El petróleo se mantiene por encima de 62 dólares por barril tras conocerse un descenso en las reservas de crudo y carburantes de Estados Unidos. Los países miembros de la OPEP y Rusia ultiman los acuerdos que deberían firmarse en la próxima reunión de este cartel que se celebrará finalmente los días 1 y 2 de julio. La cita se ha retrasado. Estaba prevista inicialmente para mediados de la semana próxima, pero los productores de petróleo han preferido tomar sus decisiones una vez que se haya celebrado el G-20. Prudencia manda. Los países productores tratan de establecer los recortes de la producción que estarán vigentes en la segunda mitad del año.
El dinero no deja de acudir a los mercados de deuda pública en busca de refugio. La rentabilidad de las obligaciones españolas de referencia a diez años se mantiene en mínimos históricos, en el 0,40 por cierto. A ese mismo plazo el “bund” alemán rinde un menos 0,3 por ciento. La prima de riesgo de España, en consecuencia, se sitúa en tan solo 70 puntos básicos. Hace un mes superaba los cien. Quedan muy lejos los 650 puntos que alcanzó hace siete años en los peores momentos de la crisis financiera.