El descenso de la inflación en EEUU aumenta las probabilidades de que la Reserva Federal baje tipos
Trump está enfadado con la Reserva Federal porque mantiene demasiado alto el precio del dinero
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Se mantienen las dudas y la incertidumbre sobre la guerra comercial. De hecho, en las últimas horas tanto Estados Unidos como China han vuelto a intercambiar algunos golpes y amenazas. No es el mejor caldo de cultivo para los mercados. El índice Ibex 35 ha cerrado en 9.238 puntos con baja de un 0,47 por ciento. Hoy han aguantado el tirón Telefónica y algunas eléctricas, pero han operado de capa caída los bancos y las empresas industriales. Tremendamente volátil se ha mostrado hoy Inditex. Ha cerrado en 25 euros. La empresa, además de buenos resultados (mejora del 10 por ciento en el beneficio, hasta 734 millones de euros en su primer trimestre fiscal y un aumento del 5 por ciento en la facturación, hasta 5.927 millones de euros) ha mejorado su política de retribución al accionista. Ha incrementado su pay-out o porcentaje del beneficio que destina al pago de dividendos del 50 al 60 por ciento. Ha anunciado el pago de un dividendo extraordinario de un euro por acción que se abonará en repartido en tres ejercicios.
Hoy la tensión se ha extendido al mercado de divisas. El presidente Trump ha entrado a saco, está enfadado con la Reserva Federal porque mantiene demasiado alto el precio del dinero, lo que fortalece al dólar. Y eso perjudica las exportaciones estadounidenses. Trump cree que el euro y otras divisas, como el yuan, están artificialmente infravaloradas. Algunos estudios cifran entre un 15 y un 20 por ciento la infravaloración de la moneda europea respecto a la estadounidense. Hoy el euro ha repuntado ligeramente, se cambia esta tarde por 1,1320 dólares, pero no se aleja de sus cambios más deprimidos de los últimos doce meses. Por su parte, la libra esterlina se debilita ligeramente, cotiza por debajo de 1,27 dólares, ante la convicción de Boris Jhonson, -que puede ser el próximo primer ministro del Reino Unido-, de que el país abandonará la Unión europea el 31 de octubre sea como sea. Con acuerdo o sin él.
Hoy ha sorprendido el repunte de la inflación en China, hasta el 2,7 por ciento en tasa interanual. Por su parte, el IPC se ha reducido en Estados Unidos en dos décimas en tasa interanual, hasta el 1,8 por ciento, lo que aumenta las probabilidades de que la Reserva Federal mueva ficha pronto y baja el precio del dinero. Los analistas cifran en torno a un 80 por ciento las probabilidades de que ese recorte de tipos tenga lugar ya en la reunión de finales de julio.
La Reserva tiene previsto antes otro consejo, -la semana que viene, el día 19-, pero parece demasiado pronto. Sería una decisión demasiado precipitada. La mayor parte del mercado espera que la Reserva retrase la decisión un mes y medio. Entonces el banco central estadounidense contará con más indicadores económicos y, sobre todo, contará con la referencia de la “cumbre” del G-20 que se celebrará a finales de este mes en Japón. En ella podría producirse un acercamiento entre los presidentes de China y Estados Unidos. El presidente Trump ha dejado claro que las decisiones sobre los nuevos aranceles a China se adoptarán después del G-20. Pero las expectativas no son demasiado altas. No han desaparecido las dudas y la incertidumbre aconseja prudencia. En las últimas horas, de hecho, ambos países de nuevo han endurecido su discurso.
Dentro de casa, los inversores continúan vigilando el tablero político con el rabillo del ojo, por si cuaja la posibilidad, poco probable, de que haya nuevas elecciones en España si no se alcanza un acuerdo para formar gobierno. Pero parece que el mercado no otorga credibilidad a ese escenario. La prima de riesgo de España se ha movido hoy en torno a 80 puntos. No estaba tan baja desde hace más de un año. De hecho, se encuentra a un paso de sus mínimos históricos y muy lejos de los 650 puntos que alcanzó a mediados de 2012, en los peores momentos de la crisis financiera.
El rendimiento del bono español de referencia a diez años roza mínimos históricos. Se sitúa esta tarde en el 0,57 por ciento. El Tesoro ha colocado hoy en el mercado un nuevo bono a diez años, mediante una emisión sindicada que ha recibido una gran demanda por parte tanto del dinero doméstico como del internacional. La rentabilidad de estas nuevas obligaciones se sitúa en línea con la del mercado secundario, en la zona del 0,6 por ciento. Los inversores continúan buscando ávidamente deuda española (y alemana) a pesar de su escasa rentabilidad. El petróleo ha operado hoy a la baja. Se ha depreciado cerca de un 2 por ciento, hasta 61 dólares por barril, tras conocerse que la Agencia de la Energía de EEUU ha rebajado sus expectativas para la demanda mundial de crudo.