¿Para beber? Agua corriente, muchas gracias

El agua corriente es segura 100 % en todos los países que conforman la Unión Europea. Un dato muy positivo en la calidad del agua frente a otros continentes como Asia, África o América del Sur.

Que el agua sea potable no significa que todos tengan acceso a ella, por eso, el Gobierno de la Unión Europea quiere revisar la legislación para que todos los ciudadanos puedan beber agua corriente sin que esto suponga un trastorno para sus vidas. Según los últimos datos, 23 millones de europeos no tienen acceso a las redes de suministro de agua potable.

Europa quiere que los estados miembros instalen todo el material necesario para ofrecer agua potable para aquellos sectores más vulnerables y marginados. Además, mejorar la disposición de agua en los edificios públicos. Europa insiste que el agua “es un derecho básico y uno de los principios del pilar europeo de derechos sociales”.

CUIDADO CON LOS PRECIOS

Con esta nueva iniciativa la Unión Europea quiere "fortalecer" a los consumidores, es decir, que tengan más información sobre el agua y los precios del agua que están consumiendo.

"La gente tiene que tener confianza plena en que el agua que utilizan para beber, cocinar o preparar té es perfectamente segura" ha dicho el Comisario responsable Frans Timmermans. Un litro de agua cuesta de media en Europa 0,002 euros y en muchas ocasiones se pagan precios desorbitados en bares y restaurantes. Por ejemplo en Bruselas se llegan a pagar más de seis euros por un litro y en España tres euros dependiendo de la ciudad. Confiar más en el suministro de agua corriente puede generar un ahorro 600 millones de euros al año.

Además, hay un dato interesante. Solo el 20 por ciento de los europeos considera "aceptable" beber agua corriente fuera de su país de origen.