Un adoquín, carteles y viñetas: el atrezzo de Rivera durante el debate
El presidente de Ciudadanos ha sido uno de los candidatos que más ha cargado contra el resto de líderes políticos
Madrid - Publicado el - Actualizado
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No es sencilla la situación que atraviesa el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, el candidato de los cinco partidos políticos de mayor peso en nuestro país que más se jugaba en este debate electoral. Todas las encuestas pronostican la debacle de la formación naranja. Unos datos que obligaban en cierta forma al político catalán a ir con todo al único debate a cinco que se iba a celebrar en esta campala electoral.
El presidente de Ciudadanos empezó fuerte. En una de sus primeras intervenciones sorprendió a todos los espectadores sacando uno de los adoquines que los radicales independentistas lanzaron contra la Policía durante las protestas que se produjeron en la ciudad condal tras conocerse la sentencia del procés. “Esto no es un souvenir del Muro de Berlín, esto es un adoquín de mi ciudad, de Barcelona”, comentaba Albert Rivera.
El líder de la formación naranja añadió que se trataba de uno de los objetos que “lanzaban a la Policía Nacional, a los Mossos d'Esquadra, a los comerciantes y a las terrazas”.
Albert Rivera también también ha criticado duramente la posición de Pedro Sánchez al afirmar que "en Cataluña no pasa nada mientras vuelan adoquines en la Plaza Urquinaona, en el Paseo de Gracia y en l'Eixample de Barcelona.
"Este adoquín representa el desorden público, este adoquín representa la amenaza a la democracia española. Este adoquín de mi ciudad, de mi tierra representa la amenaza al Estado de Derecho", declara el presidente de Ciudadanos que, zanjó su intervención con un recado al líder socialista al recordarle que "negar los problemas no soluciona los problemas".
Unas críticas de las que tampoco se han salvado políticos no presentes en el debate, es el caso del presidente de la Generalidad, Quim Torra, al que recuerda por llamar en palabras de Rivera "bestias taradas" pero su mayor recado ha sido dirigido contra el viejo bipartidismo. Un tiempo que el político catalán califica como 40 años de gestiones y cesiones del PP y del PSOE sin ser vigiladas. Un listado de cesiones de competencias por parte del partido socialista y el de los populares que Rivera ha querido denunciar sacando a relucir una amplia lista.
Una serie de condiciones que el dirigente de la formación naranja considera que deben terminarse para "empezar a defender a todos españoles que si respetan la ley, que nunca protestan, que no queman nada pero que las viejas formaciones están olvidado". Un mensaje dirigido especialmente al Partido Popular al mostrar una publicación de 'El Confidencial' en la que se podía leer claramente que "el PP abre la puerta a más autogobierno en Cataluña si no es 'desleal' con el Estado".
Rivera ha atacado todos y cada uno de los candidatos, pero hay que reconocer que ha tardado bastante en atacar a la izquierda, y lo ha hecho en materia económica al afirmar que si el PSOE y Unidas Podemos se hacen con el Gobierno subirán nuevamente los impuestos. Algo que en su opinión es un gran error, el "estrangular a las clases medias, a los autónomos, a los que generan riqueza y dudan en crear trabajo pero si les estrangulas todavía más no contrata, no crea un negocio y se marcha de este país". "Lo que hay que hacer en todo caso es perseguir la corrupción", comentaba Rivera.
Para el líder de la formación naranja la medida fiscal que de verdad haría cambiar la economía española sería suprimir el ICB: el Impuesto de la Corrupción del Bipartidismo. "48.000 millones de euros al año, 1000 euros por español es lo que pagamos por lo que han tenido el PP y el PSOE en corrupción a lo largo de los últimos 40 años", denunciaba el líder de Ciudadanos.
Tras criticar el viejo bipartidismo, sistema político que desde luego ya ha quedado del olvido, Rivera ha mantenido un rifirrafe con Santiago Abascal, candidato al que el presidente de la formación naranja ha criticado por "hablar de suprimir chiringuitos cuando vivió cuatro años de uno en el que cobraba 80.000 euros al año".
Rivera tardaría unos cuantos minutos en volver a mostrar otro de los gráficos que ha llevado a este debate a 5. Un mapa de España que el presidente de Ciudadanos utilizaba para atacar a Pedro Sánchez utilizando una estrategía que Pablo Casado ya había aplicado con anterioridad, la de preguntar al candidato socialista por el número de naciones que encontraba en el mapa de España.
La última tarjeta utilizada por Albert Rivera ha servido para atacar al presidente de Vox, Santiago Abascal, por su relación con el italiano Salvini, eso sí, poco después de que el presidente de la formación naranja arremetiese contra Pedro Sánchez por mirar hacia otro lado ante la situación de Venezuela y Cuba.