Los Mossos evitaron utilizar el sistema de comunicación oficial según demuestran 'los papeles de Sant Adrià'

Josep Lluis Trapero. Archivo

Juan Baño

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Órdenes de servicio para usar el teléfono móvil en lugar del sistema de comunicaciones oficial, seguimiento con coche camuflado a personas críticas con el procés o albaranes sobre gastos reservados presuntamente manipulados.

Son un pozo sin fondo. Albaranes con cargo a los fondos reservados que enmascaran presuntamente su verdadero destino, seguimientos y control de personas contrarios al procés o la propia nota de la agencia norteamericana CIA comunicando la posibilidad de un atentado en Barcelona. Son algunos de los documentos que, según fuentes de la propia investigación consultadas por COPE, recoge el primer informe policial, con más de 400 páginas, sobre los papeles incautados por la Comisaría General de Información a los Mossos d'Esquadra el 26 de octubre del año pasado. Fueron sorprendidos por los agentes del Cuerpo Nacional de Policía cuando pretendían destruir 36 cajas de este material en una planta de reciclaje de Sant Adriá de Besòs.

Buena parte de la información intervenida de interés se refiere a gestiones policiales en torno al referéndum convocado el 1 de octubre. Hay referencias y órdenes de servicio que demuestran, según estas fuentes, cómo los mossos recibieron indicaciones para evitar utilizar el sistema de comunicación habitual en estos casos. Así, como queda demostrado en los papeles de San Adrià, muchos agentes y mandos mantuvieron sus conversaciones, en contra de lo regulado internamente, a través de sus teléfonos móviles.

Ya en pesquisas anteriores llevadas a cabo por más de una decena de juzgados de Cataluña había sorprendido que muchos de los momentos críticos de esas jornadas no aparecen grabados en el sistema WordNet. Creen los investigadores que pretendían así evitar ser fiscalizados ante una futura investigación judicial.

El primer informe policial, según aclaran a COPE las mismas fuentes, fue entregado a la juez Carmen Lamela, de la Audiencia Nacional, el pasado 18 de diciembre. Antes se le hizo llegar un borrador con avances de la investigación. Las referencias a gastos reservados que recogen estos papeles corresponden todos a la Comisaría de Información de Mossos que dirigía entonces el comisario Manuel Castellví. Buena parte de ellos están relacionados con la Unidad Central de Respuesta Operativa (UCRO).

“Esto no ha hecho más que empezar”

Fuentes de los propios Mossos aclaran a COPE que parte de ese dinero fue destinado a la compra de chalecos para los policías. Desde la investigación de la Audiencia Nacional se nos asegura que varias de las referencias nominales que aparecen en los albaranes son un mero señuelo para camuflar su verdadero destino.

“Esto no ha hecho más que empezar”, aseguran las fuentes consultadas. “Solo se ha echado un vistazo general a la abundantísima documentación”. Hay mucho disco duro y otros soportes informáticos que ni siquiera han sido aún abiertos.

El avance de la investigación también tendrá consecuencias en el reparto del trabajo judicial. Hasta ahora es únicamente la juez Lamela, quien ordenó la intervención del material antes de su destrucción, la destinataria de los informes de la Policía dentro de la causa que sigue por sedición contra el ex-major de los mossos José Luis Trapero.

Se da por hecho que nuevos frentes puestos al descubierto por esta documentación, como el presunto seguimiento de personas contrarias al procés, serán derivados a juzgados de Cataluña próximamente.

Hablamos de políticos del PP, Ciudadanos, periodistas, abogados o dirigentes de Sociedad Civil Catalana, dato que adelantaba hoy La Razón. La documentación refleja, siempre según estas de la investigación, la colocación incluso de “un Apolo” a alguno de los objetivos (un dispositivo de seguimiento y grabación en el interior de un vehículo camuflado).

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