La defensa de Pedro Sánchez del decreto a la medida de Junts: este jueves entra en vigor
En el PSOE aprecian el resultado final y creen que era necesario sacar adelante la agenda social, pero hay quienes se resienten del desgaste continuo ante Carles Puigdemont
Madrid - Publicado el
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Este jueves, el decreto pactado entre el Gobierno de Pedro Sánchez y Junts entra en vigor, marcando un punto clave en la legislatura del Ejecutivo socialista, que a pesar de las tensiones internas y el desgaste político, asegura haber logrado un resultado necesario para avanzar en su agenda social. Sin embargo, la transacción con el partido de Carles Puigdemont ha provocado una serie de reacciones encontradas dentro del PSOE, entre la satisfacción por las medidas aprobadas y el malestar por las continuas cesiones al independentismo catalán.
El acuerdo, que estaba envuelto en un ambiente de incertidumbre y tensiones desde el principio, ha dado como resultado un paquete de medidas sociales que el PSOE considera vitales para cumplir con sus compromisos electorales y fortalecer su imagen ante la opinión pública. No obstante, la factura que ha tenido que pagar para lograrlo ha sido alta, y muchos en el seno del partido no ocultan su malestar por el continuo desgaste en las negociaciones con Junts.
Ricardo Rodríguez señala cómo el Gobierno de Sánchez ha tenido que dividir el decreto en varias partes para suavizar la crítica interna y, al mismo tiempo, facilitar su tramitación. A pesar de haber rechazado inicialmente esta estrategia, finalmente se aceptó trocear el decreto y la cuestión de confianza como medida para conseguir el respaldo de Junts. El ejecutivo está decidido a vender esta decisión como un triunfo de su capacidad para negociar y alcanzar acuerdos, a pesar de las cesiones necesarias.
En el seno del PSOE, hay quienes consideran que la agenda social aprobada es fundamental, pero también hay voces que advierten sobre el coste político de esta alianza con los independentistas. A este respecto, Rodríguez señaló que Pedro Sánchez intentará proyectar ante la opinión pública su habilidad para gestionar acuerdos complejos, aprovechando la confrontación con el PP, que no dudó en calificar como un partido "sin rumbo ni criterio", según las palabras de Félix Bolaños. El PSOE se siente fortalecido por haber logrado aprobar medidas con un impacto social positivo, pero las heridas internas son evidentes.
Los cuadros más cercanos al presidente, como el propio Oscar Puente, han tachado al PP de "pollos sin cabeza", mientras que muchos otros en el PSOE se han mostrado aliviados por poder sellar un pacto que evite la incertidumbre generada por el rechazo del anterior decreto. Sin embargo, la frustración es palpable entre algunos sectores que sienten que han sido humillados por Junts, especialmente por el gusto de Puigdemont en generar incomodidad a sus interlocutores. Estas tensiones internas reflejan la complejidad de un acuerdo que, aunque ha sido necesario para seguir adelante con la agenda del Gobierno, no ha sido digerido de forma unánime por las filas socialistas.
Uno de los puntos que ha generado mayor polémica es el compromiso de Junts, que recientemente ha anunciado que la cadena La 2 de RTVE en Cataluña emitirá íntegramente en catalán, lo que ha añadido otro capítulo a la larga lista de cesiones lingüísticas que han sido percibidas como un intento de satisfacer las demandas del independentismo. Aunque el PSOE se apura a defender el acuerdo como un paso necesario para asegurar el futuro político y social del país, no cabe duda de que la relación con Junts sigue siendo un campo minado para los socialistas.
La estrategia del PSOE pasa ahora por minimizar el impacto de estas concesiones y seguir destacando las medidas sociales aprobadas, mientras se sigue criticando la postura del PP, que no ha dudado en alinearse con el Ejecutivo en algunos de estos puntos. El reto de Sánchez, sin embargo, será mantener la cohesión interna dentro de su partido, evitando que el malestar por las cesiones políticas al independentismo se convierta en una grieta insostenible.