Iglesias asume el liderazgo de Podemos atacando al Gobierno por la crisis de Ucrania mientras Díaz calla

El exvicepresidente del Gobierno, que ya marcó el paso de su partido con la reforma laboral, intenta influir ahora a razón de la crisis entre Rusia y Ucrania

Iglesias asume el liderazgo de Podemos atacando al Gobierno por la crisis de Ucrania mientras Díaz calla

Antonio José Candel

Publicado el - Actualizado

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Pablo Iglesias sigue buscando ese espacio mediático que le devuelva a la primera línea tras su fracaso en las elecciones madrileñas del 4-M. Mientras se abraza al productor Jaume Roures para consolidar su futuro fuera de la esfera política, el exvicepresidente segundo del Gobierno ha redoblado sus apariciones públicas durante las últimas semanas para intentar devolverle a Podemos la relevancia social de antaño y —de paso— marcar distancias discursivas con el PSOE.

“Son drogadictos que necesitan tener esa presencia pública, como ‘yonkis’ del poder”. Pablo Iglesias, durante una entrevista en Antena 3 un día de octubre de 2015, decidía arremeter así contra las apariciones públicas de los expresidentes Felipe González y José María Aznar a pesar de que, según su criterio, pusieran “en riesgo” a sus correspondientes partidos. “No quiero tener nada que ver con eso, no me gusta”, aseguraba entonces sobre el anhelo de protagonismo que criticaba de los históricos dirigentes.

Es curioso que ahora, apenas unos años después, el afán de notoriedad de Iglesias tras haber formado parte del Gobierno de España no ha cesado cuando se trata de posicionarse ante alguna polémica. Concretamente, tres han sido las disputas que han enfrentado de manera más notoria a los socios del Ejecutivo de coalición.

Si el exlíder morado marcó el paso al partido que fundó con la reforma laboral, sobre la que insistía en que tenía que aprobarse en connivencia con los socios de la investidura, no se quedaría atrás a la hora de criticar al presidente Pedro Sánchez durante la polémica con el ministro de Consumo, Alberto Garzón, tras sus declaraciones acerca de la calidad de los productos cárnicos de las macrogranjas. Podemos, una vez más, actuaría al hilo.

La crisis entre Ucrania y Rusia, que mantiene en vilo a la comunidad internacional, ha sido el último vestigio al que se ha agarrado Pablo Iglesias para incidir en su perfil disuasorio sobre el rumbo político de Podemos. Una respuesta que se ha vuelto a imponer frente al gris posicionamiento en el que se han instaurado tanto la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, como la secretaria general de Podemos y actual ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, ante el envío de efectivos a Ucrania por parte de su propio Gobierno. La estrategia comunicativa de Iglesias se ha vuelto a imponer, lo que ha provocado una serie de reacciones entre sus antiguos aliados en el Consejo de Ministros.

“Fulgor militarista”

Durante el mitin que Podemos organizó en Valladolid el pasado sábado para impulsar a su candidato de cara a las elecciones de Castilla y León del próximo 13 de febrero, Pablo Iglesias cargó contra las “mentiras” y el “fulgor militarista” de la ministra de Defensa, Margarita Robles. Además, tildó de “tomadura de pelo” que se refiera al enfrentamiento de la OTAN con Rusia en las fronteras de la antigua república soviética como “una guerra humanitaria”. “¿Usted se cree que la gente es tonta?”, interpeló a Robles.

Pero antes, el jueves, al conocer el envío de la fragata ‘Blas de Lezo’ al mar Negro, el expresidente tuiteaba: “El furor pro-USA acabó con Aznar y hoy sería una gran torpeza de la parte socialista del Gobierno enfrentarse a todos sus socios y montar 'el partido de la guerra' con el PP”.

La respuesta con la que se ha encontrado Iglesias por parte del ala socialista del Gobierno no ha sido ni mucho menos unitaria. Mientras que el presidente del Gobierno ha intensificado durante este fin de semana sus contactos con algunos líderes internacionales, desde el PSOE intentan hacerse acreedores del discurso del ‘No a la guerra’, evitando así cualquier altercado con Podemos.

Margarita Robles, por su parte, enfrentó las críticas de su antiguo compañero en el Consejo de Ministros aseverando que “(Iglesias) no tiene ninguna responsabilidad y sí mucho tiempo libre”. La titular de Defensa, además, resaltó que Iglesias se manifiesta como “cualquier otro ciudadano” y desde la “ausencia de responsabilidad”.

La ministra de Defensa ha vuelto a defender su discurso esta mañana durante una entrevista radiofónica en la que ha vuelto a declarar que España “no puede mirar a otro lado” en la crisis de Ucrania y que tiene que demostrar “solidez y responsabilidad”.

La ministra de Política Territorial y portavoz, Isabel Rodríguez, también ha reclamado prudencia a sus socios de Gobierno. “Respeto la posición de todos los partidos” —ha defendido Rodríguez— “pero tratándose de una cuestión tan relevante y preocupante en el contexto internacional, es importante que todos hagamos un esfuerzo de reflexión, de pedagogía y de contención en algún caso para que nuestras declaraciones no alteren esas relaciones diplomáticas que han de ser la respuesta más importante que hemos de dar a esta situación”.

Otro de los pesos pesados del Gobierno en pronunciarse ante las críticas de Pablo Iglesias ha sido la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, quien reconocía su sorpresa por ese tipo de declaraciones. “Estamos hablando de una cuestión muy seria como para trivializar o hacer ese tipo de afirmaciones que no responden la gravedad de la situación y a la responsabilidad de Gobierno”.

La determinación de José Manuel Albares, ministro de Asuntos Exteriores

Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha solicitado comparecer de urgencia a petición propia en el Congreso de los Diputados “ante la situación extraordinaria que se desarrolla en torno a la crisis de Ucrania”.

El jefe de la diplomacia española, ya recordó el pasado viernes que la política exterior de España la marca el presidente Pedro Sánchez, tras las críticas de Unidas Podemos al envío de buques y cazas españoles al este de Europa dentro del despliegue militar de la OTAN para disuadir a Rusia. Albares aprovechó para minimizar las discrepancias internas y subrayó que el Ejecutivo se expresa a través de las decisiones que adopta cada martes el Consejo de Ministros, lo que demuestra su cohesión. “Es el presidente el que marca las directrices de la política exterior y yo me siento muy cómodo con eso”, insistió el ministro.

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