Los crímenes más sangrantes de ETA que permanecen sin resolver

Más de 300 asesinatos de la banda terrorista continúan sin esclarecerse

Los crímenes más sangrantes de ETA que permanecen sin resolver

Jaime Cervera

Publicado el - Actualizado

2 min lectura

De los más de 800 asesinatos de ETA, más de 300 continúan sin resolver. Para los familiares de las víctimas, se trata de una nota de dolor añadida a los crímenes en sí: el hecho de no conocer la identidad de quién segó la vida de sus seres queridos.

La mayoría de los atentados pendientes de esclarecer corresponden a los llamados “años de plomo”, entre finales de los setenta y comienzos de los ochenta. Un buen número de los autores de aquellos crímenes se beneficiaron de la Ley de Amnistía de 1977, lo que dejó 66 asesinatos sin investigar. Además, en el caso de otras 40 víctimas de la banda terrorista, solamente fueron juzgados los colaboradores y no los autores materiales de los crímenes.

Pero, la historia oculta del terror de ETA no se queda solo en los años de la Transición. De hecho, el último atentado mortal en España perpetrado por la banda, el que acabó en el cuartel de Palmanova con la vida de los guardiaciviles Diego Salvá Lezaun y Carlos Sáenz de Tejada, permanece sin autores conocidos hasta la fecha.

Estos son algunos de los más conocidos crímenes de ETA que siguen sin resolverse.

Nueve disparos en la puerta del supermercado

Oyarzun, 1972. Dos agentes de la Guardia Civil de paisano salían de un supermercado cuando recibieron una ráfaga de nueve disparos. Uno de ellos murió en el acto, mientras que el otro falleció a las pocas horas. Sus nombres eran José Manuel Fernández Juan Manuel Martínez, y fueron asesinados después de una tregua pactada de ETA. Los terroristas huyeron y, a día de hoy, se desconoce su identidad.

Tres gallegos muertos por ir al cine

Biarritz, 1973. Tres jóvenes gallegos fueron asesinados en la localidad francesa de Biarritz en 1973. Su crimen, cruzar la frontera para ir al estreno de ‘El último tango en París’, película prohibida por el régimen franquista. Se cree ETA los confundió con agentes de Policía. Adolfo García Ortega reflejó este triple crimen en su novela ‘Una tumba al aire’.

Un paseo en el Día de Reyes

Ordizia, 1979. Un 6 de enero de 1979, el guardiacivil Antonio Ramírez Gallardo y su novia, Hortensia González, fueron acribillados por ETA mientras paseaban. En 2017, trató de reabrirse la causa, pero hasta hoy su asesinato continúa sin esclarecer.

Tres bombas en Barajas, Atocha y Chamartín

Madrid, 1979. Más de un centenar de heridos y siete muertos: Juan Luna AzolJosé Manuel Amaya PérezDorothy FertzGuadalupe Redondo VillarJosé Manuel Juan BoixDionisio Rey Amez y Jesús Emilio Pérez Palma. Este fue el resultado de las tres bombas que ETA colocó un 29 de julio de 1979 en el aeropuerto de Barajas y en las estaciones de tren de Atocha y Chamartín.

Coche bomba junto a una guardería a un vendedor ambulante

Bilbao, 1991. Manuel Echevarría, vendedor ambulante de 44 años, murió a causa de la deflagración de una bomba lapa en su furgoneta, que se encontraba estacionada junto a una guardería infantil. El vehículo quedó destrozado y algunas piezas de gran tamaño salieron despedidas en todas direcciones.

Coche bomba a un guardiacivil jubilado

Andoain, 1993. Terroristas de ETA colocaron una bomba en el coche del guardiacivil retirado Juvenal Villafañe. El atentado tuvo lugar en la puerta de su casa. Villafañe pudo ser atendido, pero falleció de camino al hospital. Dejó mujer, tres hijas y un nieto.

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