Nueva ofensiva lingüística de Armengol: "En Baleares siempre hemos tenido un PSOE con un perfil nacionalista"

El Gobierno de las Islas Baleares –formado por el PSOE, Podemos y los nacionalistas de Més, y que preside la socialista Francina Armengol– tiene decidido apostar por el señalamiento por el uso del español en la sanidad balear.

El pasado 30 de agosto un perfil de Twitter recogía la circunstancia de que una doctora del centro de salud de Son Pisà, en Palma, se había negado, presumiblemente, “a entender” en catalán a su madre, de 79 años. Las represalias no se hicieron esperar y, apenas unas horas después de la publicación de este tuit, miembros de Arran, las juventudes de la CUP, destrozaron la fachada del ambulatorio con unas pinturas en las que se podía leer: “Basta de agresiones lingüísticas”. Del mismo modo, el catalanismo de Baleares emprendió en redes sociales una oleada de mensajes y proclamas a favor del “derecho a vivir en catalán” en el archipiélago balear.

Aunque en un primer momento la consejería de Salud, dependiente del PSOE, restó importancia a estas denuncias, sus socios de Gobierno no entendieron lo mismo. Esta disparidad de pareceres respecto a este tema caldeó los ánimos en el seno del Gobierno, especialmente entre los nacionalistas de Més. A la postre, y tras otra abdicación del PSOE como partido nacional, el criterio de los nacionalistas ha imperado.

Así lo hemos conocido tras haberse publicado el resultado de la reunión de urgencia celebrada esta misma mañana entre los socios de Gobierno y en la que han llegado a un acuerdo con el fin de suavizar tensiones. Una simple denuncia por no atender en catalán ante la Oficina de Derechos Lingüísticos, creada a finales de 2020, será suficiente para que el Gobierno balear tenga potestad para abrir un expediente a los médicos y enfermeros que procedan de este modo.

Del mismo modo, se exigirá que los hospitales y centros de salud dispongan todos los carteles informativos en la lengua catalana, una medida que deberá de implementarse a partir del 1 de octubre.

Hace apenas unos días, esta polémica salpicaba incluso al panorama nacional. La diputada de Unidas Podemos por Baleares en el Congreso, Antonia Jover, defendía en un mensaje en su cuenta de Twitter el derecho a “poder expresarme en cualquier lugar de mi tierra en mi lengua materna, el catalán", a lo que añadió que “nadie me lo puede impedir o negar, lo dice el Estatuto de Autonomía”. Por estos motivos, la parlamentaria recordó que los políticos “tienen la obligación desde las instituciones de hacer que se cumpla este mandato”, algo que hoy han escenificado desde el Gobierno balear y que deja en una situación de desprotección a los profesionales de la salud que deseen expresarse en la lengua común: el español.

Por su parte, el portavoz del PP en el Parlamento de Baleares, Antoni Costa, en declaraciones a COPE, ha manifestado su sorpresa ante este tipo de cuestiones que “no tienen relevancia”, y ha lamentado que “no hemos visto a los partidos del pacto reunirse para hablar sobre las listas de espera o la falta de médicos. Esto es algo que no les preocupa”.

Costa también ha querido poner de manifiesto que es “realmente vergonzoso” que ahora se “persiga de este modo a los profesionales de la salud” después del “esfuerzo que siguen realizando durante la pandemia”.

Respecto al hipotético triunfo en el criterio político de los nacionalistas de Més, Costa ha manifestado que “en Baleares siempre hemos tenido un PSOE con un perfil muy nacionalista, que siempre ha compartido las tesis del separatismo catalanista”, y ha matizado que no es una cuestión de que “el PSOE haya cedido a las exigencias” de sus socios de gobierno, sino que es una cuestión política en la que ellos mismos “comparten y creen”.