Piscinas y playas, focos de contagio de coronavirus

Pese a que en el cloro y en el agua salada el virus no sobrevive, las aglomeraciones preocupan a los expertos

Piscinas y playas, focos de contagio de coronavirus

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

3 min lectura

La infección por SARS-CoV-2 en actividades recreativas a través del agua es muy poco probable en condiciones normales de baño, pero la realidad es que este tipo de planes en la época estival aglomeran a numerosas personas y eso si que puede ser motivo grave de contagio. Muchos expertos lo han avisado, pues no hay que fiarse y con la hostelería cerrada, uno de los sitios con mayor probabilidad de contagio son las piscinas y playas.

En agua dulce no tratada, como ríos, lagos o arroyos, es bastante improbable el contagio, al menos así lo anotó un estudio estadounidense, pero aún así, es más probable que en el mar; no obstante, se aconseja antes del baño el lavado con agua y jabón de cara y manos.

¿Cómo es la principal vía de contagio?

La principal vía de transmisión del SARS-CoV-2 en playas, ríos, lagos y piscinas es a través de secreciones respiratorias que se generan con la tos y los estornudos y el contacto de persona a persona, por lo que deben mantenerse las recomendaciones generales relativas a cualquier otro lugar, como por ejemplo las recomendaciones recogidas en el protocolo y guía de buenas prácticas dirigidas a la actividad comercial en establecimiento físico y no sedentario publicadas por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo.

En piscinas y spa, en dónde el uso de agentes desinfectantes está ampliamente implantado con el fin de evitar la contaminación microbiana de las aguas por la afluencia de usuarios, la concentración residual del agente de desinfección presente en el agua debería ser suficiente para la inactivación del virus.

Los aerosoles generados por el agua presente en un balneario o en una instalación de aguas medicinales tendrán las mismas características de desinfección que las aguas de baño de estas instalaciones. En aquellos casos en los que el ambiente de las instalaciones se mantiene a temperatura elevadas, como en el caso de las saunas y los baños de vapor, se espera que, debido a la alta temperatura (> 60 ºC), la supervivencia del virus sea reducida.

Aunque actualmente no existen datos de la persistencia del SARS-CoV-2 en agua de mar, el efecto de dilución, así como la presencia de sal, son factores que probablemente contribuyan a una disminución de la carga viral y a su inactivación por analogía a lo que sucede con virus similares.

Coronavirus en el mar

Como ya se ha tratado, el virus no sobrevive al agua salada, por lo tanto, la única manera de que sea contagioso dentro del agua salada sería a través de desechos cloacales.

Del mismo modo, la recomendación de los expertos es el constante uso de la mascarilla y respetar la distancia social tanto dentro cómo fuera del agua.

Por otra parte, es importante destacar que en la arena tampoco estamos protegidos del virus. Hay tres factores que contribuyen a que la transmisión del nuevo coronavirus en la arena sea difícil: el sol, la salinidad y la rugosidad de la superficie.

La arena de la playa prácticamente no tiene ningún riesgo por las altas temperaturas que alcanza, que hace que el virus se inactive. También hay que tener en cuenta la presencia de sal y la incidencia de la radiación ultravioleta en las superficies de la playa que hacen que el riego que se sufre sea ínfimo.

En definitiva, el cuidado tiene que estar en la distancia social, el uso de mascarilla y, evitar defecar en el mar o piscinas, pues las heces si que son una vía de trasmisión.

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