La Policía libera a un joven obligado a trabajar y que se alimentaba de basura
Se trata de un chico de 18 años al que un grupo criminal había captado en Bulgaria.
Madrid - Publicado el - Actualizado
3 min lectura
La Policía Nacional ha liberado a un joven de 18 años al que un grupo criminal había captado en Bulgaria para obligarle a trabajar en el campo en Huelva en condiciones infrahumanas mediante coacciones y amenazas, y que se alimentaba de las basuras.
Este joven fue engañado por esta organización, quienes con falsas promesas laborales le trasladó a Huelva, donde fue sometido a condiciones de acuartelamiento, vigilancia continua y régimen de trabajo que superaba las diez horas continuadas sin descanso en el campo y sin retribución económica por ello, ha informado la Policía Nacional en un comunicado.
En la operación se ha detenido a un total de tres personas presuntas autoras de los delitos de trata de seres humanos con fines de explotación laboral y pertenencia a organización criminal: P.A.S, de 37 años y miembro principal de la organización que se encargaba de traer a las víctimas desde Bulgaria; su hijo, de 21 encargado de sustituirle y un tercer individuo que realizaba funciones de control dentro de la organización.
La investigación se inició a finales de octubre, a raíz de la denuncia de la víctima en una comisaría de Policía Nacional después de escapar de sus captores, quienes le vigilaban constantemente.
En ella daba cuenta de la situación en la que se encontraba: llevaba en España desde agosto trabajando en el campo en condiciones infrahumanas y no había recibido ninguna retribución por ello, y a pesar de todo debía abonar unas tasas por el transporte y alojamiento, deudas que se iban incrementando con el día a día al no tener efectivo con el que abonarlas.
Este joven relató a los agentes que había sido trasladado desde Bulgaria a Huelva bajo la promesa de un trabajo en el campo con unas buenas retribuciones, que aceptó dada sus necesidades personales, con el fin de conseguir algo de dinero para ayudar a su familia.
Una vez en España, la organización le tenía controlado en un piso de la barriada El Torrejón de Huelva, donde compartía la vivienda con más de ocho personas, entre ellos uno de los detenidos, que ejercía las funciones de control sobre la víctima.
Tras escuchar al joven, los agentes le ofrecieron la posibilidad de alojarse en un Centro de Asistencia de Sevilla, donde solo permaneció un día, desapareciendo al día siguiente sin dejar rastro alguno.
En el marco de la investigación, los agentes supieron que la organización contaba con al menos cinco furgonetas habilitadas para el transporte de personas, en las que trasladaban diariamente a unos 50 trabajadores, a los que explotaban laboralmente recogiendo aceitunas en diferentes localidades de la provincia sevillana.
Durante la investigación, el pasado 27 de noviembre los agentes lograron localizar a la víctima, cuando era trasladada por la organización en una de las furgonetas, identificando a su vez a todas las personas que viajaban.
El joven manifestó que al llegar al Centro Asistencial dos miembros de la organización dieron con su paradero obligándolo a volver a la finca donde estaba siendo explotado.
Los tres detenidos ya pasaron a disposición de la Autoridad Judicial, quien decretó prisión provisional para dos de ellos, en el marco de una investigación y operativo policial llevado a cabo por la UCRIF de Sevilla y de Huelva.