Primera denuncia de la Fiscalía por homicidio imprudente a una doctora de una residencia de ancianos
También denuncia a la gerente del centro situado en la comunidad de Madrid. Les acusa de hacer caso omiso al protocolo de actuación para pacientes con covid-19
Madrid - Publicado el - Actualizado
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La Fiscalía Provincial de Madrid ha denunciado a la doctora y a la gerente de una residencia privada de ancianos por la presunta comisión de los delitos de homicidio imprudente y por el de denegación de asistencia sanitaria, en el caso, A. M. G., y por el de omisión del deber de socorro en el de M. J. A.
Fuentes fiscales han indicado que se trata de la primera denuncia del Ministerio Público en la Comunidad de Madrid por este delito. La fiscal sostiene que las dos mujeres hicieron caso omiso al protocolo de actuación en casos previstos para pacientes con covid- 19, lo que provocó el fallecimiento de una mujer de 85 años pocos días después de haber ingresado en el centro.
La residencia, de naturaleza privada y con 46 plazas de las cuales 44 estaban ocupadas a principios del mes de marzo, disponía de un equipo sanitario compuesto de un médico y una terapeuta.
Durante la gestión de la crisis sanitaria provocada por la enfermedad covid-19, entre los meses de marzo y junio de 2020, la atención sanitaria a sus usuarios continuó siendo prestada por la misma doctora A. M. G., que atendía de lunes a viernes de 9:00 a 13:00 horas, "estando disponible el resto del tiempo en su teléfono móvil", que contó con la colaboración, dentro de su disponibilidad del equipo médico del Centro de Salud Isla de Oza.
Desde el 13 de marzo, "por disposición de las autoridades autonómicas competentes", se contaba también con el apoyo de una geriatra de referencia quien estaba a disposición del equipo sanitario de la residencia de 8:00 a 22:00 horas todos los días de la semana en su teléfono móvil o bien a través del portal sociosanitario.
Durante el mencionado periodo epidémico, se aprobó un protocolo que regía las interconsultas de las residencias y los centros hospitalarios, cuyo borrador fue remitido el día 19 de marzo de 2020 a la Residencia a fin de ser tomado como documento de referencia para el manejo de los casos.
La Fiscalía sostiene que "desatendiendo todas estas previsiones que le eran -y debían ser- conocidas", la doctora no contactó hasta ocho días después con el servicio de geriatría del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz, en relación con la situación de una residente que había comenzado con problemas respiratorios el 22 de marzo.
Pese al rápido traslado al centro hospitalario dispuesto por la geriatra de referencia, no se pudo impedir su fallecimiento al día siguiente, como consecuencia de una parada cardiorrespiratoria.
La mujer fallecida, de 89 años de edad, presentaba el 23 de marzo un cuadro inespecífico, que incluía saturación de oxígeno en sangre por lo que la doctora denunciada le pautó gafas nasales, onsiguiendo que aumentara la saturación. Sin embargo, en lugar de ponerse en contacto con la geriatra de referencia, "como debería haber hecho según el protocolo vigente", llamó a otra doctora del Centro de Salud Isla de Oza, para que tramitara la derivación hospitalaria.
Por último, la denuncia alude a que la gerente de la residencia era conocedora de la situación clínica de la paciente y de las posibilidades reales de tratamiento médico que tenía en su centro.