Sánchez piensa “reordenar” con Iglesias la estrategia del Gobierno

El único ajuste ministerial en mente: la salida de Duque a la Agencia Espacial Europea

Sánchez piensa “reordenar” con Iglesias la estrategia del Gobierno

Ricardo Rodríguez

Publicado el - Actualizado

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“Habrá de reorganizarse la casa”, sostienen en La Moncloa, en cuanto a la exigencia de dejar atrás el cúmulo de ruidosas tensiones en el seno de la coalición. Paradójicamente, Pedro Sánchez contempla ya despejada la Legislatura con una veloz aprobación de sus propios Presupuestos Generales del Estado en cuestión de semanas y, sin embargo, el protagonismo de Pablo Iglesias, la entente con Bildu, fuente de un hondo malestar en el PSOE, las pedradas de ida y vuelta, han hecho imposible rentabilizar un “hito” en el camino. Al contrario.

La convulsión creada en el Partido Socialista por los compañeros de viaje presupuestarios obligó a Sánchez este fin de semana a protagonizar un panegírico en el fondo, en la forma y en los mensajes con “La España que nos merecemos 2021-2026” celebrado en la sede de Ferraz. No pudieron ser más significativas las reivindicaciones a su constitucionalismo. “Mientras el PSOE empuñe el timón del Gobierno, la Constitución regirá en España de un punto a otro y de principio a fin” o el “somos leales a la Constitución, a toda ella, de principio a fin, y, como somos leales, la vamos a defender a las duras y a las maduras”. Fueron esfuerzos presidenciales por restar definitivamente trascendencia a los aliados con los que obtendrá las cuentas públicas.

A lo que se niega Sánchez, a dar carta de naturaleza ante la opinión pública de la apuesta por ERC-Bildu, se ha convertido en la principal carta de presentación de Iglesias, decidido a las claras a aferrarse a esa vía, consolidar los puentes de manera permanente, alcanzar pactos estables hasta el final de la actual Legislatura. Cautivo de sus componendas y cambalaches, el entorno del Presidente - ese mismo que ante movimientos pasados del líder de Podemos dejaba caer “si nos trae los votos, ni tan mal” - sigue por su lado sin cerrar ninguna puerta a CS en el tablero post-PGE. La pista la ha venido dando Pedro Sánchez y los suyos atisban posible atraer a una suerte de “geometría variable” a Inés Arrimadas más necesitada que nunca – según vaticinan – de oxígeno tras la inminente prueba de fuego electoral en Cataluña.

Quizá sea demasiado creer ante proyectos en cartera como la reforma de los delitos de sedición y de rebelión o la tramitación de los indultos de condenados por el golpe del 1-O a la que desde el Gobierno siempre han restado importancia porque, según ellos, se trata de un “procedimiento habitual” ante una solicitud y sea cual sea la decisión final que promete demorarse en el tiempo. En todo caso, los canales de comunicación entre La Moncloa y naranjas prometen seguir engrasados a futuro. Unos y otros se beneficiarían de arrinconar al PP junto a Vox. Al otro lado del hilo telefónico, está disponible el secretario general de Presidencia, Félix Bolaños.

Siempre presto al contraataque, Pablo Iglesias estará lejos de ponerlo fácil. Ante su pretendido encaje de bolillos, en La Moncloa trasladan en privado que, una vez esté encarrilada la Legislatura, a la vuelta de las Navidades, será obligado “poner orden” en la cohabitación entre ambos socios, evitar sonoras disonancias y asfaltar la hoja de ruta gubernamental marcada por la emergencia sanitaria, económica y social. “Diferenciarse sólo le va a servir a Iglesias para desangrarse en intención de voto pese a formar parte del Gobierno”, avisan.

La aspiración de alcanzar un nuevo estadio de “normalidad” en la coalición en ningún caso pasaría por una remodelación ministerial, según colaboradores de Pedro Sánchez. El único ajuste previsto sería la salida de Pedro Duque como responsable de Ciencia e Innovación, siempre y cuando se materialice su candidatura a dirigir la Agencia Espacial Europea.

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