Sanidad pidió a Interior el 27 de febrero que retirase la exigencia de mascarillas a la Policía
José Antonio Nieto, el primer cesado del Covid-19 por Marlaska, así lo denuncia en COPE
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El día 27 de febrero, tres días después de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) pidiera al mundo que se preparara para una pandemia, la obsesión del representante del Ministerio de Sanidad en una reunión celebrada en la Secretaría de Estado de Seguridad, en la sede del Ministerio del Interior, era que la Policía retirara la recomendación que el 24 de enero había realizado el jefe de riesgos laborales de la corporación, el doctor José Antonio Nieto. Así lo ha recordado en COPE el propio Nieto: “Sanidad nos dijo que no era adecuado el documento por el que recomendábamos que los policías llevaran guantes y mascarillas en puestos fronterizos y aeropuertos, porque consideraban que las posibilidades de contagio eran bajas, ya que eran personas de bajo riesgo".
Desde Sanidad, según nos cuenta el ex jefe de riesgos laborales, se le acusaba de “crear alarma social” con esas recomendaciones, en las que también se advertía sobre el carácter letal del virus, una expresión que le obligaron a retirar. Nieto llegó a proponer para los agentes el uso de mascarillas tipo FPP2 y FPP3. Desde la Policía se aclaró a Sanidad, durante ese encuentro de febrero en la Secretaría de Estado de Seguridad, que ya era imposible la retirada del documento. Posteriormente, en abril, se corrigió la decisión de considerar de bajo riesgo al personal policial, pasando a ser considerados de alto riesgo según la actividad que realizasen.
El 13 de marzo, cuando el presidente Sánchez anunció la declaración del estado de alarma, José Antonio Nieto fue cesado por orden del ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska. Nadie le llamó para comunicárselo. Nieto había remitido a todos los técnicos de su departamento un documento sobre la organización del servicio durante el estado de alarma a efectos de conciliación familiar y turnos de trabajo, según nos cuenta el propio cesado. Ese documento, según la queja de Interior, no llevaba aún la firma del director general del Cuerpo, Francisco Pardo. Fue la excusa para el cese fulminante. Como ocurriera meses después con el cese del coronel de la Guardia Civil, Pérez de los Cobos, al cesado se le acusaba de filtrador.
A los dos días de su marcha, Nieto enfermó de Covid, y durante mes y medio de convalecencia, incluidos ocho días en el hospital, no recibió ni una llamada del Ministerio del Interior ni de la Dirección General de la Policía interesándose por su salud. Así hasta que este viernes, 12 de junio, acudió a su antiguo lugar de trabajo durante más de 30 años a recoger la documentación que le acredita desde el sábado 13 como jubilado.
Nieto pide aclaraciones
El primer cesado por Marlaska en esta larga crisis, médico especialista en medicina del trabajo y técnico superior en prevención de riesgos laborales, siente haber salido así de su casa de siempre después de años de esfuerzo. Asegura que ha hecho bien su trabajo y pide responsabilidades: “Una vez que la enfermedad esté controlada, que no haya contagiados y que no haya requerimientos sanitarios importantes, se debería de hacer una reevaluación de los procedimientos llevados a cabo y, si es necesario, que se exijan algunas responsabilidades”. Hay que saber, según él, “si las actuaciones no han sido correctas o los niveles de exigencia no se han correspondido con lo que la epidemia demandada”.
La denuncia de José Antonio Nieto cuenta con el respaldo del Sindicato Unificado de Policía. En una carta remitida al Palacio de La Moncloa, reclama a Iván Redondo, director del Gabinete de la Presidencia del Gobierno, la apertura de una investigación para aclarar “si Sanidad e Interior evitaron reforzar la protección de los policías frente al Covid-19 por cuestiones estéticas (no alarmar) y no santarias”.