Todos los puntos conflictivos de la negociación por la Ley de Vivienda dentro del Gobierno

Ya ha quedado más que evidenciado que hay distintos temas conflictivos entre el PSOE y Unidas Podemos dentro del Gobierno de coalición. Uno de los que se manifiesta con más fuerza durante las últimas semanas es la discusión sobre la Ley de Vivienda. Esta es la causante de todo un cisma entre el ministro de Transporte, José Luis Ábalos, y los representantes de la formación morada, encabezados por Pablo Iglesias.

A pesar de que en octubre se pactó llevar la Ley de Vivienda al Consejo de Ministros en un máximo de tres meses, las conversaciones permanecen encalladas desde hace semanas. Las elecciones catalanas fueron la excusa perfecta para posponer el debate sobre este proyecto, con Podemos acusando a su socio socialista de “falta de ambición” en lo que respecta a sus propuestas para la vivienda. Al retomarlo después de los comicios, nada ha cambiado.

Iglesias ha echado más leña al fuego hablando de traiciones e incumplimientos con respecto al acuerdo de investidura. Aunque Pedro Sánchez ha querido quitar yerro a las tensiones internas dentro del Ejecutivo, no hay duda de que las hay en varios ámbitos, y la vivienda es uno de ellos.

Con respecto a lo que se pactó para alcanzar La Moncloa, se buscaba evitar subidas abusivas del alquiler a través de la correspondiente regulación. A la par que regular la contención de las rentas del alquiler. Sin embargo, Ábalos no quiere imponer el control de precios del alquiler en la próxima Ley de Vivienda: prefiere otras soluciones, como los incentivos fiscales, ya que muchas viviendas de alquiler podrían destinarse a la compraventa si se controlasen los precios.

Podemos no está de acuerdo con la postura del ministro de Transportes. De ahí que la portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, tuviese que afirmar que la facción socialista no renuncia al control de los precios del alquiler, de cara a suavizar los ánimos. Lo que sí parecen tener claro en Moncloa es que las zonas especialmente tensionadas en materia de alquiler van a ser la prioridad a la hora de evitar que suba el alquiler. Aun así, el consenso en este punto clave sigue sin llegar.

También hay disparidad de opiniones con respecto a los desahucios de familias vulnerables. En Podemos quieren prohibirlos para siempre, más allá de la finalización del estado de alarma en mayo. Pero en el PSOE no comparten esta postura, con críticas por parte de Nadia Calviño y Margarita Robles.

Fomentar la salida de viviendas vacías al mercado del alquiler y crear un impuesto para los propietarios de esas viviendas también está en los planes de Podemos. Tampoco hay que olvidar el cambio en la definición de gran tenedor (pasaría de 10 o más viviendas a cinco o más) y el interés en que estos pongan el 30% de sus propiedades en alquiler social (por aquello de fomentar la salida de viviendas vacías al mercado).

Todo esto tampoco convence al PSOE, que prefiere que sean los poderes públicos, y no los particulares, quienes marquen la política en materia de vivienda. De ahí que el entendimiento todavía esté lejos de alcanzarse. Ni siquiera dos reuniones consecutivas esta misma semana han servido para acercar posturas. Parece que todo podría quedar en manos de los mismísimos Sánchez e Iglesias: si ellos se ponen de acuerdo con la Ley de Vivienda, el caso estará cerrado.