Armas químicas, quién las tiene y cómo actúan

El régimen sirio es el último en usarlas contra la población. Las brutales imágenes de niños ahogándose por los efectos de los productos químicos  provocan indignación. ¿Solo?

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Jesús Núñez Villaverde, codirector del Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

6 min lectura

Siete años en guerra, más de 300.000 muertos y 10 millones de desplazados. Así son las frías cifras de una guerra, la de Siria de la que no se ve el fin sino todo lo contrario. El conflicto se puede recrudecer, aún más, tras la nueva utilización por parte del régimen de Al Assad de armas químicas. Y van más de 200 ataques.

Las acaba de lanzar en Duma, la última región de Guta Oriental que aún está bajo el control de los rebeldes causando 42 muertos y más de 200 afectados, la mayoría niños, con síntomas de asfixia y espuma en la boca. Todo apunta a que Siria ha lanzado un elemento organofosforado, utilizados principalmente en el control de plagas como alternativa a los hidrocarburos clorados y que persisten en el ambiente.

El Novichok-5, el más tóxico

Es un agente nervioso, según los expertos, el agente químico más tóxico jamas desarrollado, del que es imposible protegerse con una máscara de gas. Desarollado en la URSS a mediados de los 70 es 8 veces más tóxico que el gas VX, no hay un tratamiento eficaz para las personas intoxicadas con este agente.

El VX, paraliza el cuerpo

El gas VX pertenece a compuestos organofosforados que afecta a la transmisión de los impulsos nerviosos dentro del sistema nervioso. Provoca convulsiones hasta llegar a la parálisis general. Fue desarrollado en el Reino Unido en 1955 como pesticida a partir del amitón. Debido a su extrema toxicidad fue prohibido en la agricultura, pero atrajo la atención de los militares estadounidenses. Actualmente solo disponible en el arsenal de EE.UU., el VX es particularmente peligroso porque es un agente muy estable: una vez expulsado a la atmósfera tarda mucho en evaporarse.

El gas sarín, el más utilizado

En septiembre de 2013, la ONU confirmó un ataque con armas químicas con cohetes de diseño especial cargados con sarín en Siria. El sarín (también conocido como GB) es un agente nervioso volátil pero tóxico. Una sola gota del tamaño de la cabeza de un alfiler es suficiente para matar a un ser humano adulto rápidamente. Es un líquido incoloro e inodoro a temperatura ambiente, pero se evapora rápidamente cuando se calienta. Liberado al aire, el sarín se extiende en el ambiente rápidamente y presenta una amenaza inmediata. Desarrollado en 1938 en Alemania, ha sito utilizado en atentados como el perpetrado por el grupo Aum Shinrikyo en el metro de Tokio en 1995.

El gas mostaza, el más popular

Conocido como la mostaza de azufre, este agente recibió su nombre por su característico olor a mostaza podrida, cebolla y ajo. Afecta especialmente a los ojos, las vías respiratorias y la piel, primero como irritantes y luego como veneno para las células del cuerpo. Es particularmente peligroso por su acción retardada, produce grandes 'ampollas' en el cuerpo que terminan en úlceras y dolor. Los ojos de las personas intoxicadas se hinchan y las personas afectadas se quedan ciegas a las pocas horas de la exposición. Cuando se ingiere, las víctimas experimentan estornudos, ronquera, tos con sangre, dolor abdominal y vómitos. Se usó por primera vez en la Primera Guerra Mundial, en la guerra civil en Yemen y durante la guerra entre Irán e Irak.

El fosgeno, mortal de necesidad

Es considerada una de las más peligrosas armas químicas existentes. Fue utilizado por primera vez en combinación con gas de cloro el 19 de diciembre de 1915, cuando Alemania dejó caer 88 toneladas de gas contra las tropas británicas, causando 120 muertos y 1.069 intoxicados. Durante la Primera Guerra Mundial representó el 80% de todas las muertes por ataques químicos. Fácil de fabricar, lo que lo convierte en el más accesible de todos. El fosgeno es un agente asfixiante que ataca el tejido pulmonar. Los probables síntomas iniciales son tos, ahogo, opresión en el pecho, náuseas y vómitos, que se producen pocos minutos después de la exposición. Su densidad es tres veces mayor que la del aire, lo que significa que se acumula en zonas bajas.

Foto de archivo. El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas se reúne por Siria en el edificio de la ONU en Nueva York.

El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas se reúne por Siria en el edificio de la ONU en Nueva York, Estados Unidos, 12 de marzo de 2018. REUTERS/Mike Segar

En la resolución 1540 (2004), el Consejo de Seguridad decidió que todos los Estados deben abstenerse de suministrar cualquier tipo de apoyo a los agentes no estatales que traten de desarrollar, adquirir, fabricar, poseer, transportar, transferir o emplear armas nucleares, químicas o biológicas y sus sistemas vectores, en particular con fines terroristas. La resolución obliga a todos los Estados a adoptar y aplicar leyes eficaces con ese fin así como también otras medidas eficaces para prevenir la proliferación de estas armas y sus sistemas vectores a agentes no estatales, en particular con fines terroristas.

La Convención de Ginebra

Tras 12 años de negociaciones, la Conferencia de Desarme adoptó la Convención sobre las Armas Químicas en Ginebra el 3 de septiembre de 1992. La Convención sobre las Armas Químicas permite una rigurosa verificación del cumplimiento de los Estados partes. La Convención sobre las Armas Químicas quedó abierta a la firma en París el 13 de enero de 1993 y entró en vigor el 29 de abril de 1997. La Convención sobre las Armas Químicas es el primer acuerdo de desarme negociado dentro de un marco multilateral que contempla la eliminación de toda una categoría de armas de destrucción en masa bajo un control internacional de aplicación universal.

A fin de prepararse para la entrada en vigor de la Convención sobre las Armas Químicas, se constituyó una Comisión Preparatoria de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) encargada de elaborar procedimientos operativos detallados y de establecer la infraestructura necesaria para el organismo de ejecución permanente dispuesto en la Convención. La sede de esta organización se estableció en La Haya (Países Bajos). La Convención sobre las Armas Químicas entró en vigor el 29 de abril de 1997, 180 días después del depósito del 65° instrumento de ratificación.

El uso moderno de armas químicas comenzó con la Primera Guerra Mundial, cuando ambos bandos del conflicto utilizaron gas venenoso para infligir sufrimiento atroz y considerable número de bajas en el campo de batalla. Dichas armas consistían esencialmente conocidas sustancias químicas comerciales introducidas en municiones habituales como granadas y proyectiles de artillería. Entre las sustancias químicas empleadas se encontraban el cloro, el fosgeno (un agente sofocante) y el gas mostaza (que provoca dolorosas quemaduras en la piel). Los resultados fueron indiscriminados y a menudo devastadores. Se produjeron casi 100.000 muertes. Desde la Primera Guerra Mundial, las armas químicas han causado más de 1 millón de muertes en todo el mundo.

Como resultado de la indignación pública, en 1925 se firmó el Protocolo de Ginebra que prohibió el uso de armas químicas en la guerra. Si bien fue un gran paso, el Protocolo presentaba una serie de lagunas significativas, tales como la falta de prohibición del desarrollo, la producción o el almacenamiento de armas químicas. Otro aspecto problemático es que muchos Estados que ratificaron el Protocolo se reservaron el derecho de usar armas prohibidas contra Estados que no eran partes en el Protocolo o como represalia en caso de que se utilizaran armas químicas contra ellos.

Durante la Segunda Guerra Mundial se usaron gases venenosos en campos de concentración Nazis y en Asia, aun que no se emplearon armas químicas en los campos de batalla de Europa.

Durante el período de la Guerra Fría, se observó un significativo desarrollo, fabricación y almacenamiento de armas químicas. En las décadas de 1970 y de 1980, se calcula que unos 25 Estados estaban desarrollando capacidades relativas a armas químicas. No obstante, desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, según informes, se han utilizado armas químicas solo en pocos casos, principalmente en Iraq en la década de 1980 contra la República Islámica del Irán.

*FUENTE: Naciones Unidas Documentos

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