El empeoramiento de la pandemia amenaza con frenar de nuevo el ritmo en la UE
Las nuevas restricciones pueden afectar a las instituciones europeas y dar paso de nuevo a las reuniones virtuales
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El recrudecimiento de la pandemia de coronavirus en los Estados miembros y en particular en Bélgica, donde este lunes entran en vigor nuevas restricciones, puede afectar a las instituciones europeas, y dar paso de nuevo a las reuniones virtuales en detrimento de las presenciales que han permitido avanzar en asuntos urgentes.
Bruselas, donde la situación sanitaria es -junto con la de Valonia (sur de Bélgica)- la "más grave de toda Europa", según dijo este domingo el ministro de Sanidad belga, Frank Vandenbrouke, estrenará este lunes nuevas medidas para frenar la propagación del virus, que incluyen un toque de queda entre la medianoche y las cinco de la mañana, el cierre de cafeterías y restaurantes y la obligación de teletrabajar.
En plena escalada de casos y hospitalizaciones, la capital belga acogió el 15 y 16 de octubre una cumbre en la que, al margen de los temas de fondo tratados, que incluyeron el Brexit y el clima, lo más comentado fueron las bajas de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y de la primera ministra de Finlandia, Sanna Marin, que tuvieron que dejar la reunión tras ser informadas de que habían estado en contacto con una persona contagiada de coronavirus.
A la reunión faltó también el primer ministro de Polonia, Mateusz Morawiecki, quien delegó en su homólogo checo, Andrej Babisz, al estar en cuarentena por haber tenido contacto con una persona que dio positivo por COVID-19.
Durante la cita, Dinamarca y Finlandia lamentaron la celebración de una reunión presencial, dada la situación del virus y los pocos temas en la agenda.
El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, admitió al término de la cumbre que "varios líderes mencionaron la necesidad de ser prudentes en las reuniones físicas", pero justificó la celebración de esa cita por el "debate extremadamente importante sobre la cuestión del Brexit", que le pareció "difícil" haber mantenido por videoconferencia.
En el futuro, dijo, los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea decidirán "caso por caso" si mantienen una reunión en persona o telemática, ante el repunte de la pandemia.
La primera ola del coronavirus provocó un parón en las reuniones presenciales en el Consejo, que fueron reemplazadas por citas virtuales en las que los avances en la mayoría de las políticas europeas brillaron por su ausencia.
Todo cambió desde julio, cuando los líderes se reunieron de nuevo en persona después de cinco meses, para poder facilitar un acuerdo sobre el próximo marco financiero plurianual.
De momento, la próxima reunión física que los líderes de la Unión Europea (UE) tenían previsto celebrar en Berlín el 16 de noviembre sobre sus relaciones con China, ha sido cancelada debido a la situación de recrudecimiento del virus.
Está por ver qué ocurrirá con otras citas y el impacto que tendrá en las prioridades fijadas por la presidencia alemana (que hasta finales lidera el Consejo de la UE) o en las negociaciones de la futura relación con el Reino Unido.
Hace solo unas semanas el ministro alemán de Interior, Horst Seehofer, dijo que Alemania tratará de facilitar un acuerdo político sobre el nuevo pacto migratorio y de asilo de aquí a final de año, y para ello confió en la celebración de dos reuniones de ministros "presenciales", en noviembre y diciembre, que ahora quizá pasen a ser virtuales.
También la pandemia está teniendo un impacto en el Parlamento Europeo.
Durante la crisis sanitaria, todos los plenos se han celebrado en Bruselas -donde tiene lugar el trabajo diario de los eurodiputados- para evitar movilizar a miles de personas procedentes de toda Europa en un viaje internacional y el trabajo ha tenido lugar en remoto.
Los tratados de la UE prevén que la Eurocámara celebre doce sesiones plenarias al año en Estrasburgo, que acoge otra sede de esta institución europea, pero la pandemia ha trastocado la planificación.
En una carta fechada el pasado 23 de septiembre, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, había pedido al responsable de la Eurocámara, David Sassoli, la "vuelta a la normalidad institucional" y el retorno a las sesiones plenarias en Estrasburgo.