Entradas gratis si acudes al teatro con signos nazis

“Un hijo de mamá sin talento y sin carácter que sufre estreñimiento aparece en una pensión para hombres de Viena con la esperanza de ser aceptado como alumno en la academia de arte. Su compañero de habitación, Schlomo Herzl, a veces irritado y a veces compasivo, lo instruye y lo protege en la vida de la ciudad, mientras se va percatando de sus formas más y más tiránicas”. Así es como presenta el Teatro de Constanza el argumento de su nueva producción, que ha alcanzado gran notoriedad por llevar a los escenarios dramáticos alemanes la vida de Hitler y por sus provocadores planteamientos. La obra lleva por título “Mi lucha”, el mismo que Hitler puso al libro que escribió en prisión y que terminó convertido en la biblia del nazismo, y sobre todo ha causado escalofríos una apuesta provocadora con la que el teatro pretende llamar la atención sobre la representación: ofrece entradas gratis a los espectadores que acudan a la sala con una bandera o alguna prenda de ropa que muestre una esvástica.

“La representación comienza desde la venta de las entradas. Los espectadores pueden optar por la tradicional compra de la entrada en taquilla regular en la categoría que deseen, con la que les ofreceremos una estrella de David que pueden mostrar en la sala como signo de solidaridad con las víctimas de los nacionalsocialistas. También tienen la posibilidad de acceder gratis al teatro, para lo que deben acudir con un símbolo de la cruz gamada que deben mostrar a la entrada y que deberán entregar a la salida del teatro”, puede leerse en la página web 

El estreno de la obra está programado para este viernes y a esa representación seguirán otras trece representaciones sobre las que el teatro prefiere no dar datos de reservas o venta de entradas. Sí ha informado una portavoz que unas cincuenta personas se han interesado por la opción de las entradas gratis, dando así la razón a los autores de la idea, con la que pretenden demostrar lo fácil que es corromper a las personas a través de sus intereses.

El director de la obra, Serdar Somuncu (), es un escritor, dramaturgo y humorista de larga trayectoria en los teatros europeos y en los medios de comunicación alemanes. Nacido en Estambul en 1968, no es para nada sospechoso de simpatizar con el nazismo, un asunto del que se ha ocupado a menudo desde el punto de vista del humor, tanto en sus libros como en su propio programa de radio. El padre de Tabori, un periodista, fue precisamente asesinado en un campo de concentración nazi, pero eso no le ha impedido romper con el tabú del Holocausto en los escenarios, lo que le ha acarreado constantes críticas desde las asociaciones de judíos alemanas, a las que molesta especialmente la fecha elegida para el estreno: el cumpleaños de Hitler.