Un juez ordena a Trump que reactive parcialmente el plan migratorio

El fallo ha salido a la luz horas después de que el presidente de Estados Unidos reabriera la puerta a negociar una reforma migratoria

Trump no ha aclarado si apoya una vía a la ciudadanía para esos 11 millones de indocumentados

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

4 min lectura

Un juez de Estados Unidos ha ordenado al presidente Donald Trump que reactive parcialmente el plan migratorio DACA (Acción Diferida para los Llegados en la Infancia) y siga recibiendo solicitudes de jóvenes indocumentados que quieren frenar su deportación, hasta que se hayan resuelto todos los desafíos legales pendientes en diferentes tribunales del país. El juez William Alsup, de la corte del distrito norte de California, ha emitido en las últimas horas su decisión, en la que califica de "arbitraria y caprichosa" la determinación que Trump tomó el pasado septiembre para acabar con DACA y dar al Congreso hasta el 5 de marzo para solucionar la situación de sus beneficiarios.

El plan DACA fue promulgado en 2012 por el entonces presidente del país, Barack Obama, y protegió de la deportación y otorgó un permiso de trabajo temporal a unos 690.000 jóvenes que llegaron a Estados Unidos cuando eran niños, conocidos como "soñadores".

En el fallo, el juez Alsup considera que el Gobierno de Trump tiene la obligación de volver a aceptar las solicitudes de renovación a DACA por parte de aquellos individuos que ya habían recibido previamente los beneficios de este programa y que ahora se están quedando sin protección. Sin embargo, no pide al Gobierno de Trump que acepte nuevas solicitudes por parte de jóvenes que nunca antes se habían inscrito en el programa DACA.

La noticia ha salido a la luz horas después de que Trump reabriera la puerta a negociar una reforma migratoria que afronte la situación de los 11 millones de indocumentados en el país, siempre que primero se apruebe una solución para los llamados "soñadores" y otras medidas como la concesión de fondos para el muro con México. En una reunión con legisladores en la Casa Blanca, que los medios de comunicación han podido observar durante casi una hora, Trump ha respaldado una reforma migratoria en dos fases, con una primera ley centrada en cuatro prioridades suyas y una segunda, más amplia, destinada a arreglar otros problemas del sistema de inmigración.

"La (reforma migratoria) integral será la fase dos. Aprobaremos esto y después nos meteremos con la (reforma) integral al día siguiente", ha afirmado Trump. "Yo asumo la carga (política), no me importa", añadió. Trump responde así a un envite que le hizo el senador republicano Lindsey Graham, quien le pidió aprovechar la "oportunidad" de ir más allá de la solución para los miles de jóvenes indocumentados apodados "soñadores" y abrir una vía a la ciudadanía para todos los que se encuentran ilegalmente en el país. Pero Trump no ha aclarado si apoya una vía a la ciudadanía para esos 11 millones de indocumentados, algo que podría suponerle un problema con su base electoral, que aplaudió su discurso antiinmigrante en la campaña electoral de 2016 y considera que regularizar la situación de esos inmigrantes sería una "amnistía".

La portavoz de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, ha evitado arrojar luz sobre la postura de Trump durante su conferencia de prensa diaria al asegurar que ese tema no se está negociando aún y que ya habrá "anuncios" al respecto cuando llegue el momento. Según Sanders, en la reunión, a la que asistieron 25 legisladores de ambos partidos, se ha llegado a "un acuerdo para negociar la legislación" que supondría la primera fase de la reforma migratoria. Ese primer proyecto de ley se centrará en cuatro áreas: un reemplazo del programa DACA para los "soñadores", medidas de "seguridad fronteriza", afrontar la "migración en cadena" que permite a ciertos inmigrantes facilitar la entrada en Estados Unidos de sus familiares y acabar con la "lotería de visados", ha indicado Sanders.

La oposición demócrata quiere aprobar cuanto antes una ley que proteja de la deportación a los "soñadores", y ha vinculado ese tema a las negociaciones para aprobar un presupuesto para el Gobierno federal, que deben concluir antes del 19 de enero. Pero Trump ha condicionado cualquier reemplazo de DACA a una serie de exigencias, entre ellas la aprobación de fondos para el muro en la frontera con México y la eliminación de la llamada "lotería de visados" que beneficia anualmente a ciudadanos de países con un bajo índice de inmigrantes a Estados Unidos.

Trump ha insistido en que la medida sobre DACA debe incluir "seguridad fronteriza", y que para él eso es sinónimo de fondos para la construcción del muro con México, para el que la Casa Blanca ya ha exigido 18.000 millones de dólares a lo largo de una década. "Me encantaría no construir el muro, pero necesitamos el muro", ha apuntado el presidente. Eso dificulta la negociación, ya que financiar el muro es inaceptable para la oposición demócrata, que hoy dejó claro que su único objetivo sigue siendo reemplazar DACA.

En la reunión, "los republicanos expusieron sus cuatro prioridades (las mencionadas por Sanders) y los demócratas identificamos la nuestra: el Dream Act", un proyecto de ley que regularizaría la situación de los "soñadores", ha dicho en un comunicado el senador demócrata Dick Durbin, que ha asistido a la cita. Durbin ha agregado que es necesario alcanzar un acuerdo antes del 19 de enero, aunque la Casa Blanca no ha querido comprometerse con ningún plazo concreto para la negociación. El inédito acceso que los medios de comunicación tuvieron a la negociación entre Trump y los legisladores, de casi una hora, forma parte, según varios medios, de una estrategia de la Casa Blanca para aparcar las conjeturas sobre la estabilidad mental del presidente.

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