Los talibanes prohíben a las mujeres trabajar en las emisoras de radio de Ghazni
Este mismo sábado se ha conocido un edicto religioso que ordena la suspensión de la educación conjunta para hombres y mujeres en las universidades
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Las nuevas autoridades talibán han prohibido a las mujeres trabajar como locutoras y en cualquier otro puesto en las radios de la provincia de Ghanzni, en el sureste de Afganistán. Además, han prohibido la música en estas emisoras, según recoge la agencia de noticias afgana Pajhwok.
Este mismo sábado se ha conocido un edicto religioso que ordena la suspensión de la educación conjunta para hombres y mujeres en las universidades e institutos de la provincia de Herat, en el oeste del país. El responsable del "Departamento de Educación" del Emirato Islámico de Afganistán, el mulá Farid, argumentó que la educación mixta debía terminar al tratarse de la raíz de los males de la sociedad.
Los talibán estarían dispuestos a admitir que las jóvenes reciban educación de "profesoras virtuosas" y de "varones ancianos". Los profesores de Herat han avisado que este edicto privará a miles de mujeres de recibir una educación superior en la práctica al no existir infraestructura suficiente para dividir las clases.
Ghazni y Herat son algunas de las provincias que han caído en manos de los talibán en la ofensiva relámpago de los insurgentes islamistas que culminó con la caída de Kabul el pasado 15 de agosto.
Asedio al aeropuerto de Kabul
Miles de personas han intentado protagonizar esta mañana una nueva entrada en el aeropuerto de Kabul, asustadas por los disparos que se están escuchando de manera constante en los alrededores de la instalación.
Según testigos de la agencia DPA, los afganos acaban de conocer que la puerta norte del aeropuerto permanecerá cerrada durante los dos próximos días.
Un segundo testigo ha descrito que personas de todos los ámbitos de la vida todavía se encontraban fuera del aeropuerto: actores, personalidades de la televisión, jóvenes, mujeres con bebés recién nacidos o personas en sillas de ruedas, entre muchos otros. Los afganos llevan seis días esperando que alguien les dé vuelo para salir del país a través del aeropuerto de Kabul, la única parte de la capital controlada por tropas internacionales.