¿Purpurina sí o purpurina no? A partir del 17 de octubre, solo si es verde
La Comisión Europea prohíbe los microplásticos, pero fomenta las alternativas solubles o biodegradables
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La purpurina se podrá seguir vendiendo y comprando. Lo que entra en vigor el próximo 17 de octubre es una nueva normativa que prohíbe fabricarla –o importarla-- si no cumple determinados requisitos “verdes”. Pero la que ya está en las tiendas o almacenes no se deberá retirar. Y los colorines brillantes seguirán pegándosenos a las manos hasta fin de existencias. A partir de la fecha señalada, simplemente, hay que dejar de reponer la que se compone de microplásticos y optar por la purpurina inorgánica (vidrio, metal...), hecha con materiales biodegradables o que sea soluble en agua. Y estas alternativas, explican a COPE desde la Comisión Europea, ya existen y están en el mercado.
Lo que se restringe son los microplásticos añadidos intencionadamente, para evitar que se liberen al medio ambiente: el objetivo es evitar que se esparz medio millón de toneladas de estas partículas. Y la novedad es la definición de las mismas, que a partir de ahora abarca “todas las partículas de polímeros sintéticos inferiores a cinco milímetros que sean orgánicas, insolubles y resistentes a la degradación”. Pero no es una alerta sanitaria ni de peligrosidad, así que se pueden seguir consumiendo. Se trata de ir sustituyendo los productos que conocemos por otros equivalentes que cumplan los nuevos parámetros.
¿Los campos de fútbol se verán afectados?
En determinados casos, como el de las superficies deportivas (césped artificial, pistas de tenis, etc), los fabricantes tendrán un plazo de transición de ocho años. E incluso cuando expire dicho periodo no se deberán retirar las superficies ya existentes. En cualquier caso, la mayoría de los campos de fútbol y las canchas de tenis no están en los parámetros de la restricción y, por tanto, no les afecta.
¿Y las medicinas o productos sanitarios?
Aunque los medicamentos y productos sanitarios están incluidos en el catálogo de productos que contienen microplásticos añadidos, la Comisión Europea asume una derogación y no va a prohibir la venta de ninguna medicina basándose en este tipo de criterios. Fuentes internas explican a COPE que “si el mismo microplástico estuviera en un detergente, estaría prohibido; pero con los fármacos se hará una excepción para priorizar la salud”.
Desde la Comisión Europea, los expertos que han elaborado la normativa hacen hincapié en que la industria ha evolucionado ya dentro de la UE, y por eso las nuevas reglas van unidas al impulso de las pequeñas y medianas empresas y a las fábricas sostenibles. Sin embargo, no manejan datos oficiales sobre el volumen de importaciones de terceros países al que sí va a afectar.